Del Wall Street Journal
TRADUCIDO POR
Marcela Lubczanski
EL ANTI SIONISMO ES MÁS LETAL QUE EL ANTISEMITISMO
Borrar a Israel del mapa conllevaría necesariamente extinguir las vidas de millones de judíos.
Por Joshua Muravchik
Diciembre 22, 2023
Algunos dicen que el anti sionismo no es equivalente a antisemitismo. Si es así, es peor. El antisemitismo siempre apesta, pero en el Occidente hoy, generalmente no hiere. Lo mismo puede decirse del anti sionismo.
El antisemitismo en Estados Unidos ha consistido más que nada en cosas pequeñas: exclusión de clubes de campo, convenios restrictivos en vivienda, cuotas en las admisiones universitarias, desaires casuales e insultos. Desde la Segunda Guerra Mundial, lo mismo ha ocurrido, aunque un poco peor, en el resto del Occidente. Estados Unidos y Europa han visto momentos horribles de violencia, tal como en la sinagoga Árbol de la Vida en el 2018, o los tiroteos en Toulouse, Francia, en el 2012, también casos de intimidación, vandalismo y ataque. Pero éstos han sido en su mayoría incidentes aislados.
Cada uno de estos me lastima como judío. No obstante, los logros y ganancias educativos judíos en Estados Unidos han excedido por mucho a los de la mayoría de otros grupos. Los judíos ocupan las ocupaciones de élite, las cimas de la industria, y altos cargos en el gobierno menos la presidencia—todo en números mucho más allá de nuestra proporción en la población. En la mayoría nosotros vivimos entre nuestros vecinos gentiles en seguridad.
Los judíos que enfrentan el anti sionismo están bajo amenaza mucho más grande. Hasta el Holocausto, la mayoría de los judíos eran anti sionistas, creyendo que combatir el maltrato donde vivían era más práctico que emigrar al Medio Oriente para crear un estado judío. Muchos no judíos, especialmente los funcionarios británicos y estadounidenses, eran anti sionistas porque pensaban que era poco práctico y una responsabilidad diplomática.
Pero desde el nacimiento de Israel, y su bautismo de fuego cuando los estados árabes y los árabes locales trataron de destruirla, el anti sionismo sólo puede significar la destrucción de Israel, la cual es el hogar de unos siete millones de judíos, tanto como de dos millones de árabes y otras minorías.
Israel es democrática y próspera, y contribuye en forma desproporcionada al progreso global en tecnología, medicina y otros campos. Es por lejos la más exitosa de las muchas naciones fundadas en el periodo inmediato posterior a la Segunda Guerra Mundial. Para el pueblo judío como un todo, su éxito es una redención del Holocausto.
El objetivo proclamado repetidamente de Irán es borrar a Israel del mapa. Hamas en su estatuto y el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, en sus discursos van mas allá, diciendo que quieren matar a todos los judíos del mundo. Hezbollah ha masacrado judíos por orden de Irán tan lejos como en Buenos Aires, pero el objetivo real es Israel.
Algunos, ignorando deliberadamente toda experiencia relevante, dicen que los judíos no tendrían que ir a ninguna parte si Israel dejara de ser un estado. Los judíos podrían seguir viviendo armoniosamente en medio de la nueva mayoría árabe que entraría a raudales a "Palestina desde el rio hasta el mar." Pero los judíos, una vez numerosos a lo largo de la región, fueron expulsados de todo país árabe por sus compatriotas musulmanes. Los árabes palestinos, quienes albergan quejas amargas que ninguno de esos otros pueblos árabes siquiera reclamó, no tratarían a los judíos bajo su gobierno con mayor tolerancia.
Vimos el espíritu de muchos de ellos el 7 de octubre.
Otro pensamiento es que los judíos que escapen podrían establecerse en Estados Unidos o en Europa. Hace ochenta años, los judíos tratando de escapar del Holocausto encontraron cerradas estas puertas, y no tenemos evidencia que les iría mejor hoy. La inmigración es controvertida en Estados Unidos, donde admitimos a alrededor de un millón de personas legalmente y damos asilo a decenas de miles cada año, mientras que otros se infiltran. Hay pocas posibilidades que Estados Unidos permitiera ingresar a todos los siete millones de judíos de una vez y los haga saltarse la fila antes de los latinoamericanos, africanos y asiáticos que están esperando.
No hay forma de escapar a la realidad que el fin de Israel sólo podría significar la muerte de millones de sus judíos. El cumplimiento del anti sionismo significa nada menos que un segundo Holocausto.
En un discurso en el pleno del Senado, el líder de la mayoría, Chuck Schumer, expresó el miedo y trauma que muchos judíos hemos estado sintiendo cuando observamos las manifestaciones y otras expresiones de apoyo a Hamas desde la masacre del 7 de octubre. El afirmó que "hay gran cantidad de personas que cantan "desde el rio hasta el mar, Palestina será libre' no porque odien al pueblo judío, sino porque apoyan un futuro mejor para los palestinos." Pero el pasó a advertir, "los antisemitas están sacando ventaja del movimiento pro-palestino para adoptar el odio e intolerancia hacia el pueblo judío."
Tan bienvenidos como son los comentarios del Sr. Schumer, él expresa de forma errónea el peligro. Es cierto que los anti sionistas no necesariamente odian a los judíos. (Yo escribí un libro sobre la demonización de Israel en el cual no vi ninguna razón para citar el odio al judío como una fuente importante.) El peligro no es que el movimiento pro-palestino lleve al odio e intolerancia hacia los judíos en Estados Unidos. El peligro es que el objetivo del anti sionismo es la aniquilación de una gran parte del pueblo judío, los judíos de Israel.
Borrar a Israel del mapa conllevaría necesariamente extinguir las vidas de millones de judíos.
El Sr. Muravchik es autor de "El Cielo en la Tierra: El Ascenso, Caída y la Vida en el Más Allá del Socialismo" y de "Convertir a David en Goliat: Como el Mundo se Volvió Contra Israel."
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