El giro de Donald Trump respecto a las energías limpias, impulsado por la enorme demanda eléctrica de los centros de datos para inteligencia artificial, ha dado un inesperado respiro a las acciones israelíes del sector, que se habían desplomado a comienzos de 2025.
Al asumir la presidencia, Trump revirtió políticas verdes y denunció la “estafa ecológica”, provocando el hundimiento de los índices de energías renovables en EE. UU. e Israel. El S&P Renewable Energy cayó un 25 %, y el índice Cleantech de Tel Aviv perdió un 20 %, confirmando la percepción de que la “burbuja verde” había estallado.
Sin embargo, contra todo pronóstico, el mercado dio un vuelco. Desde abril, el índice Cleantech se ha recuperado más del 60 % y duplicado su valor desde 2023. Empresas como Doral y Meshek Energy han registrado alzas de tres dígitos, impulsadas por la creciente necesidad energética del sector tecnológico.
Trump, pragmático ante la carrera global por la IA, prorrogó hasta 2030 las exenciones fiscales a proyectos de energía renovable. La combinación de menores costes de insumos —como paneles solares y baterías— y la baja de tipos de interés en EE. UU. e Israel generó un entorno ideal para la revalorización del sector.
La demanda de electricidad en EE. UU. se disparó y los gigantes tecnológicos se movieron rápido. Google adquirió Intersect Power por 4.500 millones de dólares para garantizar suministro propio, mientras que Meta firmó acuerdos con Invenergy para abastecer sus nuevos centros de datos. Las compañías israelíes Enlight, Energix y Doral, con fuerte presencia en el mercado estadounidense, se beneficiaron directamente de este auge.
Según Roy Shavit, analista de IBI, “2025 será recordado como el año en que las energías renovables dejaron de depender de los tipos de interés y comenzaron a moverse con la demanda de IA”. Desde enero, Doral subió casi un 170 %, OPC un 150 % y Enlight un 130 %.
Morgan Stanley prevé que el consumo eléctrico en EE. UU. crecerá un 3 % anual hasta fin de la década, con los centros de datos como principal motor. La tendencia actual, señalan sus analistas, no responde a un “sueño verde”, sino a una carrera urgente por generar energía suficiente para sostener la nueva era digital.
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