Rafi Eitan, el agente del Mossad que capturó a Eichmann:
"A las 20:05 un autobús se detuvo y un hombre comenzó a caminar a través de la calle Garibaldi. Reconocí a Eichmann inmediatamente y di la orden de capturarlo.
"Momentito Señor," le dijimos, Eichmann se volteó hacia nosotros, lo atrapamos y lo llevamos al vehículo de escape. Soltó un terrible grito, como una bestia salvaje atrapada en una trampa. En el coche no se paraba de causar escándalo por lo que tuvimos que amordazarlo.
Sabíamos que Eichmann tenía dos cicatrices: una en el estómago y otra en la muñeca. Cuando logré ver que tenía las cicatrices en esos lugares exactos,
Yo sabía que habíamos encontrado a Eichman.
Yo apreté la mano de uno de los agentes dos veces (esa era la señal de que habíamos capturado a la persona adecuada), y nos fuimos.
No soy una persona emocional y tuve cientos de operaciones durante mi servicio en el Mossad, pero ese momento en el tiempo en el que me di cuenta de que habíamos capturado a Eichmann, fue el más importante para mí.
Yo sabía que estábamos llevando justicia a 6.000.000 de Judíos que fueron asesinados en el Holocausto.
Es uno de esos raros momentos en que realmente puedes sentir la historia siendo realizada".
Imagen y texto original de Humans of Tel Aviv, traducido por IsraelWTF
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