lunes, 25 de febrero de 2013

ISRAEL: ¿Hacia una Tercera Intifada? Violencia y estado de alerta

Entrevistado por Kol Israel, la radio nacional de Israel, el General de División Guiora Eiland, Ex jefe del Consejo de Seguridad Nacional expresó su interpretación y análisis de los últimos acontecimientos y sus posibles perspectivas: ¿Estamos frente al comienzo de la Tercera Intifada? ¿Es posible evaluar, en este momento, si ésa es el curso de los acontecimientos? Hay una conjunción de temas – cada uno con su propio aporte – que llevan a esta situación. En primer lugar el tema de los presos palestinos, que no es únicamente un tema en sí mismo sino que al mismo tiempo tiene que ver con una reacción a la liberación masiva de presos de Hamás. En el acuerdo de liberación de Shalit fueron liberados gran cantidad de presos de Hamás. Hay una diferencia entre manejar la situación con presos que fueron liberados y volvieron a cometer actos terroristas y una pregunta más difícil aún: ¿Qué le hace esto a la frustrada dirigencia de Fatah que ve que fueron liberados tantos presos de Hamás y los suyos no, y eso sin duda alguna existe. Es difícil saber qué peso tiene pero no cabe duda de que el acuerdo por Shalit de alguna manera enturbia el ambiente entre los simpatizantes de Fatah. Hay otros tres elementos más: Declaraciones israelíes innecesarias, que no sólo no trajeron ningún beneficio sino que generaron más frustración. Declaraciones relacionadas con la construcción de asentamientos, respecto a la zona. E1 que tuvieron como respuesta el emplazamiento de un asentamiento palestino ilegal. Todo eso generó un "ruido" innecesario que no contribuyó con nada. En segundo lugar, y más importante: los actos de vandalismo de los colonos y la impresión del lado palestino – que a mi entender en parte es acertada – de que el gobierno de Israel no hace lo suficiente para terminar con la conducta violenta de algunos de sus ciudadanos en Judea y Samaria, que atentan muchas veces y sin ninguna justificación contra la propiedad y hasta la integridad física de palestinos. Y el tercer elemento, el más importante y el más frustrante, es el punto de vista económico. No es que Israel pueda de alguna manera controlar la situación económica de la Autoridad Palestina. Pero cuando el primer ministro Netanyahu comenzó este mandato que está por finalizar habló de un concepto al que muchos se opusieron, "Paz económica". No cabe duda de que, a largo plazo esto no puede reemplazar una solución política del conflicto, pero sí puede calmar los ánimos en el terreno y generar una realidad en la que a las dos partes les convenga preservar una relación bilateral normal. Esto es algo que Israel dejó de hacer, en el aspecto económico. Me refiero al congelamiento de los fondos de impuestos, pero no sólo a eso. Hay que entender que si no transfieres el dinero, ¿Quién se queda sin recibir el dinero? El policía palestino que en los últimos años trabajó para lograr una situación más tranquila y de menos violencia, en primer lugar a nivel interno de ellos, pero esto también nos sirve a nosotros. Quien no recibe salario y en el mejor de los casos no va a trabajar y en el peor de los casos se unirá a los que se rebelan, porque también se siente frustrado. Y por eso, Israel, en buena parte – no precisamente desde el punto de vista político sino de la vida cotidiana – no actuó lo suficiente para lograr esa "Paz económica", al menos no en los últimos meses y no desde que comenzara la campaña electoral. La combinación de todos estos factores, sin duda alguna no ayuda. ¿Peligra la continuidad de la cooperación entre el ejército israelí y la policía palestina? Por supuesto que sí. Es una cooperación que no se encuentra en los extremos, ni cero ni cien. Pero si se encontraba en cierto nivel, no cabe duda de que hay cierto nivel de erosión, principalmente por la transferencia de dinero y quizás también por otros motivos. Cuando la realidad económica del lado palestino era favorable, que relativamente la hubo hace dos o tres años, cuando las escuelas en Ramallah están llenas y el producto bruto interno aumenta, y demás, hay menos frustración y eso implica que hay más tranquilidad. Ambas cosas están relacionadas. ¿Se puede comparar lo que está sucediendo ahora con la primera o la segunda Intifada? Siempre se puede comparar. Pero la diferencia es que ahora está faltando – y lo digo en el aspecto positivo de la expresión – y es la personalidad y la conducta de Arafat. No cabe duda de que Yasser Arafat – aún se discute si él puso en marcha la Segunda Intifada o sólo se subió a la ola – pero indudablemente fue quien arrojó nafta a la hoguera. Arafat tenía tanto el liderazgo como el background para algo así , y creo que esto falta – y es bueno que así sea – en la forma como se maneja ahora la Autoridad Nacional Palestina. No es eso lo que transmite. Por ello, ante la ausencia de este elemento, sólo espero que las cosas no se salgan por completo de control y que se pueda llegar a una situación de tranquilidad, de una manera que resuelva de un modo suficientemente elegante tanto parte de los problemas de los presos, la cuestión económica, y otras cosas. Esta situación aún se puede revertir. No es algo que no se pueda controlar o cambiar. ¿Hay alguna relación entre lo que sucede y la visita de Obama, la formación del nuevo gobierno israelí? Hay un vínculo indirecto, no sólo con la visita de Obama sino también con todo lo que sucede alrededor. En definitiva, los palestinos se encuentran de pronto en una situación incómoda, cuando todos los pueblos alrededor se rebelan y están dispuestos a pagar precios. En Siria esto ya ha llegado a cifras escalofriantes, pero también lo vemos en Egipto, Túnez y otros lugares. Y ellos, que desde el punto de vista de ellos mismos están bajo gobierno de Israel – ni siquiera de un gobierno árabe – ellos son los niños buenos de la región. Esto es muy frustrante pero hay algo más: el tema palestino estaba bien en el centro del interés internacional y árabe y esto ya no es así y están como olvidados. Entonces, ¿Cómo les recordarán a todos que no deben olvidarlos? Generando titulares, algo que se hace mediante la violencia. Esto, sin duda alguna forma parte del trasfondo. No es que alguien lo haya organizado así, pero seguro que hay factores que ven esto como una ventaja.