lunes, 11 de febrero de 2013

La comunidad judía cierra filas contra el pacto con Irán

Pese a los matices y las internas, la AMIA y la DAIA terminaron por coincidir en el rechazo; Borger decidió no responderle a la Presidenta Por Jaime Rosemberg | LA NACION
El peligro de convertir en "tratado" un acuerdo que es inconstitucional Fue la celebración del Sabbath más "agitada y amarga" de los últimos años. Durante el fin de semana, en las sinagogas, instituciones y los clubes de la comunidad judía argentina no se habló de otra cosa que no fuera el polémico acuerdo del Gobierno con Irán en relación con el atentado contra la AMIA. Sabedores de la indignación de la mayoría, los dirigentes comunitarios parecen haber dejado por algunas horas sus diferencias y matices a la hora de criticar los recientes pasos del Gobierno. Después del sábado de reflexión y descanso, la conducción de la AMIA, que encabeza Guillermo Borger, decidió no responder las críticas que l a presidenta Cristina Kirchner le propinó vía Twitter, en las que cuestionó al presidente de la mutual judía por alertar sobre la posibilidad "de un tercer atentado" si el polémico acuerdo con Irán fuera aprobado por el Congreso. "Lo nuestro, en este momento, es el silencio", graficó ayer a LA NACION uno de los miembros de la comisión directiva de la entidad, con la intención de no ahondar el estado de conflicto abierto que hoy separa al Gobierno de la mutual judía. La frialdad con la Casa Rosada, y en especial con el canciller Héctor Timerman, por el acercamiento a Teherán también se extendió a la DAIA, que el jueves pasado abandonó una postura más conciliadora y también cuestionó, luego de una ardua discusión interna, el acuerdo bilateral que establece la creación de una "comisión de la verdad" para determinar la responsabilidad de ex funcionarios iraníes en relación con el atentado terrorista de julio de 1994. Ataque que demolió la sede comunitaria de Pasteur al 600 y dejó como saldo 85 muertos y centenares de heridos. "Pasaron un límite. Y aunque lo digan con un tono distinto, la AMIA y la DAIA están alineados en el repudio a este acuerdo, como lo están los familiares en su amplísima mayoría", explicó ayer a LA NACION el profesor y periodista comunitario Natalio Steiner. Ayer, trascendió que dirigentes de primera línea de la AMIA le pidieron a Borger que no le contestara a la Presidenta, que vía web le pidió precisiones sobre "quien sería el autor intelectual y material" del hipotético tercer ataque. "El pedido [a Borger] es mantener la calma, no entrar en las provocaciones del ala dura del Gobierno. No tenemos información concreta sobre un tercer atentado, pero sí preocupación desde el sentido común", expresó a LA NACION un dirigente del ala que encabeza Sergio Bergman, aliado a su vez del sector ortodoxo que dirige la AMIA. Otro directivo, que se mostró "triste" por los ataques presidenciales, recordó que a fines de la década del 90 la entonces legisladora Cristina Kirchner "recomendó desde la comisión bicameral que se tomaran medidas para evitar un tercer atentado terrorista" en el país. El silencio de Borger, según prometieron a su lado, durará "hasta miércoles o jueves". Justamente el miércoles por la tarde, la Cámara alta con mayoría kirchnerista emitiría dictamen positivo al memorándum de entendimiento con Irán. En la comunidad dan por descontado que el proyecto será aprobado y convertido en ley en breve. También desde la DAIA quedó clara la intención de no polemizar por ahora con el Gobierno, más allá de que en la reunión del jueves último quedaron claros algunos matices entre el presidente Julio Schlosser (más conciliador), su secretario Jorge Knoblovitz (que el viernes destacó "el compromiso de la Presidenta con la causa AMIA") y el vicepresidente Waldo Wolff, uno de los más enojados con la Casa Rosada por el acuerdo. "Van a hablar nuestros expertos", afirmaron desde la DAIA. Y quien habló fue el ex fiscal Luis Moreno Ocampo, para quien "el riesgo es que el Gobierno de Irán use la comisión de la verdad para ocultar la responsabilidad de los autores de los crímenes" (ver aparte). "Atacar a los referentes de la sociedad civil es la estrategia del populismo. Van por más, y cada vez el sistema resiste menos", afirmó ayer Bergman a LA NACION en defensa de Borger. El socialista Hermes Binner se sumó al coro opositor de rechazo al acuerdo, y habló de un "tratado de impunidad" con Irán.