lunes, 1 de agosto de 2016

¿Seguro que el ISIS está en desbandada?

Por Max Boot 

Estado Islámico
"Si los éxitos contra el ISIS tienen este cariz, no quisiera ver cómo son los fracasos"
La Administración Obama parece haber heredado un tic retórico de la Administración Bush: el de afirmar que el éxito de los ataques terroristas son en realidad la prueba de que los terroristas van perdiendo.
Recordemos que, en los primeros años de la guerra de Irak, los funcionarios de la Administración Bush y los gerifaltes del Ejército afirmaban que los atentados de Al Qaeda en Irak eran obra de un puñado de “desesperados” que intentaban en vano detener el progreso democrático de Irak. John Kerry, valiéndose de una de las páginas del manual de Bush, reaccionó al atentado de Niza diciendo que el ISIS está “huyendo” y que éstos eran “actos a la desesperada de un enemigo que ve estrecharse el cerco”.
Bueno, es posible. O quizá son los actos de unos tipos arteros y malvados que están demostrando una desconcertante habilidad para adaptarse a las circunstancias y seguir siendo peligrosos.
Corroborando esta interpretación, un miembro del Estado Islámico le dijo al Washington Post:
Aunque (…) nuestra estructura central en Irak y Siria está siendo atacada, hemos podido expandirnos y enviado nuestra estructura de mando, mediática y patrimonial a diferentes países. Todos los días nos viene gente que nos dice que quiere unirse al califato. Pero les decimos que se queden en sus países y que mejor esperen a hacer algo allí.
Dicho de otro modo: el ISIS, que empezó siendo una organización terrorista y mutó en un Estado con un Ejército cuasi convencional, podría simplemente estar preparándose para mutar de nuevo en una organización terrorista si pierde el control de su Estado. Esto coincide plenamente con la famosa máxima de Mao Zedong:
Cuando el enemigo avanza, retrocedemos; cuando acampa, lo hostigamos; cuando se cansa, lo atacamos; cuando se retira, lo perseguimos.
De hecho, el ISIS ya había demostrado anteriormente una impresionante capacidad para sortear las dificultades. Su predecesora, Al Qaeda en Irak, salió de la nada y acabó dominando gran parte del Triángulo Suní en 2007. Después fue prácticamente derrotada por la insurgencia y el Despertar de Al Anbar. Pero el núcleo más duro de los combatientes de Al Qaeda en Irak se retiró a Siria para mantener vivo el movimiento. Más tarde, en 2011, cuando EEUU se retiró de Irak y Siria degeneró en una guerra civil, vieron la oportunidad de reconstituirse. Resurgieron más fuertes que nunca.
Sería extremadamente estúpido creer que el ISIS desaparecerá sin más si pierde el control de sus grandes centros urbanos –Mosul y Raqa–, lo que parece probable que suceda el año que viene. El ISIS está demostrando ahora que no sólo sabe cómo controlar el territorio, sino que también sabe cómo inspirar ataques terroristas en todo el mundo. Las atrocidades no cesan, ahí están el atentado suicida de Bagdad y el ataque con camión en Niza. Pocos días después se produjo un ataque a cuchilladas en un tren alemán, a manos de un joven refugiado afgano pertrechado con un hacha y un cuchillo.
Si los éxitos contra el ISIS tienen este cariz, no quisiera ver cómo son los fracasos.
© Versión original (en inglés): Commentary
© Versión en español: Revista El Medio

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