Democracia no viene de aquellos que abiertamente se oponen a nosotros, sino de aquellos que lo hacen en silencio junto a nosotros—y de aquellos que, como el avestruz, meten la cabeza bajo el ala para no ver que las cosas son como son. Desconozco su opinión, pero un servidor, se opondrá a ser un esclavo en un, hipotético “estado islámico”; porque, en caso contrario, ocurriría lo que con Ariana Grande, que de ser una “amante del islamismo” en las redes sociales, pasa a ser protagonista de primera fila, con 22 muertos en su concierto, por el fanatismo que, decía, amar.
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