sábado, 27 de abril de 2024

 




COLUMBIA FALLA EN PROTEGER A SU COMUNIDAD JUDIA
TRADUCIDO POR Marcela Lubczanski
Una fuerza de tareas desdentada y otras medidas no han impedido que el antisemitismo prospere en los campus.


Por Michael Oren
Abril 21, 2024

La policía disolvió un acampe pro-palestino en la Universidad de Columbia el jueves arrestando a más de 100 manifestantes por entrar ilegalmente. El esfuerzo siguió a seis meses de manifestaciones antiisraelíes violentas que dejaron a muchos estudiantes y miembros del profesorado judíos sintiéndose abandonados. Columbia, dijeron ellos, se ha vuelto un semillero de antisemitismo y, aparte del discurso, la administración había hecho poco para combatirlo. La cuestión es si la decisión de la presidenta de Columbia, Nemat Shafik, de convocar a la policía es una respuesta de una vez a una amenaza endémica o un punto de inflexión en la lucha contra el odio al judío, una que establecerá un ejemplo para las universidades a lo largo de Estados Unidos.
El acampe fue sincronizado para coincidir con el testimonio de la Sra. Shafik el miércoles ante la Comisión de Educación y Fuerza Laboral de la Cámara. Evitando los errores de sus homólogos de Harvard, Penn y MIT, quienes en diciembre restaron importancia a la difícil situación de los judíos en los campus, ella afirmó que los llamados al genocidio de los judíos eran antisemitas y prometió castigar a los que están usando lenguaje violento. "Las políticas y estructuras de Columbia fueron a veces incapaces de encarar el momento," admitió ella. La Sra. Shafik enumeró medidas que había tomado Columbia, incluyendo restringir las protestas anti-Israel a áreas designadas en el campus y nombrando una fuerza de tareas para recomendar formas de combatir el antisemitismo en la universidad.
Ausente estuvo una admisión del fracaso de la universidad en aplicar las medidas que había promulgado para proteger a su comunidad judía. Ella no abordó cómo, bajo la pancarta de la libertad de expresión, Columbia se volvió inhóspita para los judíos. Ella no admitió cómo manifestaciones incendiarias tales como el acampe fueron el producto de la inacción de la universidad.
Durante semanas después del ataque de Hamas del 7 de octubre contra Israel, la administración de Columbia siguió observando pasivamente en medio de las manifestaciones en el campus apoyando la matanza, violacióny secuestro de más de 1,200 personas. Expresando solidaridad con la "resistencia" de Hamas, miembros de los Estudiantes para la Justicia en Palestina (SJP) y Voz Judía por la Paz (JVP), acosaron a un transeúnte judío con cantos respaldando el asesinato de los judíos de Israel. Los manifestantes interrumpieron clases y bloquearon el acceso a algunos edificios académicos.
Ninguna parte era segura. Daniel Kroll, un estudiante principiante, fue acosado en una zona de comida judía por un estudiante que gritaba "C— a los judíos." Eden Yadegar, otra principiante, atestiguó en una mesa redonda del Congreso en febrero: "Hemos sido atacados con palos fuera de nuestra biblioteca, hemos sido rodeados por turbas airadas, y hemos sido amenazados."
Sólo después que graduados judíos amenazaron con retirar las donaciones fue que la Sra. Shafik finalmente, el 10 de noviembre, suspendió a SJP y JVP por violar las políticas universitarias y por "discurso amenazante e intimidación." Ambos grupos estaban de regreso en marzo, en el marco de "Resistencia 101," el cual se reunió en un edificio de Barnard en apoyo de "nuestros amigos y hermanos en Hamas, la Yihad Islámica, el FPLP"el Frente Popular para la Liberación de Palestina. Aunque cuatro estudiantes fueron suspendidos por sus acciones, según se informa, los organizadores regresaron a Columbia menos de dos semanas más tarde para otra manifestación no autorizada.
La atmósfera antisemita ha penetrado también el aula. Joseph Massad, un profesor de estudios de Medio Oriente, aclamó el ataque del 7 de octubre como "impresionante." La profesora de derecho Katherine Franke denunció la suspensión de SJP y JVP por parte de Columbia yjunto con unos otros 170 profesoresfirmó una carta llamando a la masacre de Hamas "una respuesta militar...por parte de un pueblo ocupado ejerciendo un derecho a resistir la ocupación violenta e ilegal." Un estudiante judío habló de que un profesor le dijo que "es una vergüenza tal que tu pueblo sobreviviera sólo a fin de perpetuar el genocidio."
Mientras tanto, el profesor más abierto en defender a los estudiantes judíos, Shai Davidai, nacido en Israel, de la Escuela de Negocios de Columbia, es el objeto de una investigación oficial. "Supongo que la universidad en cierta forma piensa que apoyar al terrorismo es una clase protegida," dijo él. "Esa podría ser la única explicación para esta investigación."
El antisemitismo en Columbia no es nuevo. Durante la primera mitad del siglo XX, el Presidente Nicholas Murray Butler, un admirador de Benito Mussolini, instituyó cuotas judías y estableció la Universidad Junior Seth Low en Brooklyn para desviar a los judíos del campus principal de Columbia. En el año 2004 los estudiantes judíos acusaron a los profesores del Departamento de Medio Oriente de menospreciar e intimidar a los judíos. Tres años más tarde Columbia albergó una clase por parte del entonces presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, un negador del Holocausto que ha pedido la aniquilación de Israel. La agitación antisemita expresada como antisionismo ha echado raíces desde entonces, surgiendo durante olas de combate entre israelíes y palestinos. El porcentaje de estudiantes judíos en Columbia es apenas la mitad del que era en 1967. 
Así no es como era la universidad cuando yo fui estudiante en la década de 1970. Columbia en esa época abrazaba a los judíos de diversos orígenes y miradas políticas. Podíamos discrepar entre nosotros tanto como con nuestros compañeros de clase no judíos, muchos de quienes eran árabes. La Columbia que yo encontré durante una visita en noviembre es diferente. Pregunté a una reunión de estudiantes judíos si, dados sus traumas después del 7 de octubre, ellos todavía habrían elegido Columbia. Ni uno dijo sí.
Esta es la situación trágica que la Sra. Shafik no logró abordar. Sí, existe una fuerza de tareas, pero no tiene ninguna autoridad para aplicar sus recomendaciones o siquiera la capacidad para definir el antisemitismo. En el pasado, eran tomadas decisiones para contener las actividades anti-Israel que a menudo sangraban dentro del odio al judío, pero esas decisiones eran implementadas de forma poco efectiva. ¿Cambiará eso ahora?
Mientras escribo esto, los manifestantes han vuelto a ensamblar su acampe, sin ninguna acción adicional contra ellos. Aun queda por verse si la Sra. Shafik cumplirá las promesas que hizo en su testimonio y si los judíos en Columbia alguna vez se sentirán seguros. Respondiendo al odio con hechos, no meras palabras, ella puede defender los más altos ideales de Columbia y crear un precedente para las universidades en todas partes.
El Sr. Oren se ha desempeñado como embajador de Israel ante los Estados Unidos, miembro de la Knesset y viceministro en la oficina del primer ministro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.