LA CORTE PENAL INTERNACIONAL E ISRAEL
El fiscal tiene que escuchar de Biden y Sunak antes que sea demasiado tarde.
TRADUCIDO POR Marcela Lubczanski
Por la Junta Editorial
Abril 26, 2024
La tarea colocada ante Karim Ahmad Khan, el fiscal de la Corte Penal Internacional electo en el 2021, era salvar a un tribunal fallido. Con un gran presupuesto pero pocos procesamientos exitosos, la CPI ha desperdiciado su prestigio. Ahora, al considerar órdenes de arresto para los líderes políticos y militares de Israel, el tribunal tiene una oportunidad de destrozar su credibilidad también.
Los medios de comunicación israelíes están llenos de informes de inminentes procesamientos de la CPI, aunque no ha habido ninguna confirmación o negación oficial. La candidatura del Sr. Khan fue defendida por su Inglaterra nativa y apoyada por Estados Unidos, así que ambos países pueden tener influencia si advierten al Sr. Khan de lo que sucederá si prosigue. Si no lo hacen, el Presidente Biden y el Primer Ministro Rishi Sunak corren el riesgo de encontrar a los estadounidenses y británicos luego bajo el arma.
El alto mando israelí ha proseguido una guerra limitada en legítima defensa contra un grupo terrorista genocida. Incluso mientras Hamas combate desde debajo de ciudades y detrás de escudos humanos, y Egipto bloquea el escape de los refugiados, Israel tiene una proporción de muertes civiles a combatientes que se compara favorablemente con otros conflictos urbanos.
Israel toma medidas extraordinarias para salvar a los civiles, y ha disciplinado y relevado a oficiales por malas acciones. Ahora facilita un aumento humanitario—25,000 camiones de ayuda a la fecha—mientras Hamas roba la ayuda y ataca a los distribudores. Lo que queda es guerra, la que Hamas inició y está tratando de ganar a través de la presión internacional. La CPI subvertiría sus propios principios si acompaña esa estrategia.
En primer lugar, se supone que el fiscal de la CPI investigue antes de acusar a un líder mundial, no al revés. Pero ha sido imposible una investigación apropiada de las acusaciones por parte de las ONGs anti-Israel ya que Gaza es una zona de guerra y el personal de la CPI está ocupado en Ucrania. Una acusación ahora sería altamente irregular y reveladora de sesgo o presión de gran potencia.
En segundo lugar, se supone que la CPI complemente los sistemas legales nacionales, interviniendo sólo cuando ellos son incapaces de investigar. ¿Es esa realmente la cuestión con la Corte Suprema de Israel—demasiado restringida, demasiado pro-Benjamin Netanyahu? El tribunal israelí es famoso por su activismo judicial e inclinación contra el gobierno.
El Sr. Khan ha dicho que Israel tiene un sistema "robusto" para investigarse a sí misma, y la Corte Internacional de Justicia está también en el caso. Lejos del "tribunal de último recurso" que está destinado a ser, la CPI estaría apilándose. El abuso de sus poderes causaría que los israelíes se concentren alrededor de la bandera.
El mayor ganador sería Vladimir Putin, cuya órden de arresto de la CPI habrá sido abaratada. Otra consecuencia no intencionada sería hacer explotar un acuerdo entre Estados Unidos, Arabia Saudita e Israel. ¿Cómo podrían los saudíes hacer la paz con un régimen israelí etiquetado como criminales de guerra?
Los tribunales internacionales están mal colocados en tiempos de guerra para reunir los altos estándares probatorios de un juicio penal. En ausencia de pruebas y arrestos, el riesgo siempre ha sido que sus decisiones se vuelvan performativas y politizadas en lugar de serias y legales.
Hay una razón por la cual Estados Unidos no es parte de la CPI y el Congreso ha autorizado hace mucho tiempo a un Presidente "a usar todos los medios necesarios y apropiados" para resistir los arrestos por parte de la CPI de estadounidenses y aliados de Estados Unidos. Evitar los procesamientos contra un aliado democrático es también necesario.
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