AMIGOS DE ISRAEL - CORDOBA (ARGENTINA)

 

Un Joven judio ortodoxo de la corriente hasidica devuelve maleta con diamantes y 100.000 dólares a su legítimo dueño.

"Estaba extasiado cuando lo llamamos; cuando lo abrió, no podía creer lo que veía, estaba feliz", dice un voluntario de Shmira sobre el hombre de negocios que perdió su bolso.

Un joven jasídico de Nueva York devolvió una bolsa llena de diamantes, joyas y dinero en efectivo a un hombre de negocios que nunca habia visto antes, nformó PIX11.
La semana pasada, el joven hasid regresaba a casa de su yeshivá en Israel para pasar la Pascua con su familia, cuando un taxista que lo transportaba desde Newark accidentalmente le dio la bolsa equivocada, asumiendo que pertenecía al estudiante de la yeshivá o a uno de sus amigos.
"El taxi amarillo regresa, abre la ventana, dice: 'Alguien dejó esto', me lo entrega y se va", recordó el estudiante de la yeshivá, de 20 años, a PIX11.
Pero antes de que el estudiante pudiera decirle al conductor que la bolsa no era suya, el taxi se había ido a toda velocidad.

Al abrir la bolsa con la esperanza de descubrir a quién pertenecía, el estudiante se sorprendió:

"Primero, vi una computadora portátil. Luego empecé a abrir otras áreas y a ver joyas. Me quedé en shock. Parecía algo caro".

Entre el contenido de la bolsa había relojes Rolex, diamantes sueltos, joyas y un colgante hecho a medida con incrustaciones de diamantes, probablemente por un valor total de más de $ 100,000.

Luego, el joven le pidió consejo a su madre, y ella le sugirió que acudiera a Shmira, un grupo de seguridad pública de Brooklyn, Nueva York. Shmira envió voluntarios para recoger la bolsa y comenzó a buscar a sus dueños.

Finalmente, Shmira encontró un número de teléfono, lo que los llevó al propietario, que trabaja en el distrito de diamantes de Nueva York.

Levi Leifer, director de Shmira, dijo que el grupo invitó al hombre a su oficina de Borough Park después de confirmar la propiedad.

Describió:

"Mientras hablaba, vimos miedo, ya que asumia que la bolsa estaba vacía. Pero cuando lo abrió, no podía creerlo. Había que verle los ojos. Estaba muy, muy emocionado, se veia muy feliz".

El propietario ofreció una recompensa por la honestidad de los estudiantes, pero fue rechazada.

Ambas partes solicitaron permanecer en el anonimato.

Arutz Sheva

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