martes, 10 de abril de 2012

Informe: Israel amenaza con atacar a militantes si Egipto no logra asegurar el Sinaí

Funcionarios egipcios dicen que el reciente ataque con misiles a Eilat, junto con la negativa de Egipto de que fuera disparado desde el Sinaí, han generado tensión, poniendo el tratado de paz en riesgo.

Por Zvi Bar´el

Ha’aretz

7 de abril, 2012


Israel envió un mensaje amenazador a Egipto, según el cual tomaría acción contra militantes en el Sinaí si Cairo no se hace responsable y asegura la frontera compartida entre los países, indicaron funcionarios egipcios el sábado pasado.
Insinuaciones de una posible intervención israelí en Sinaí podrían intensificar la tensión entre los beduinos y el gobierno egipcio, así como también pondrían en riesgo el destino de los acuerdos de Camp David.
El mensaje fue transferido días después que, militantes del Sinaí, dispararan una lluvia de misiles Katyusha tipo Grad dentro de un área residencial de la ciudad sureña israelí de Eilat, y un poco más de un mes desde que militantes atacaran, por doceava vez, un gasoducto en la Península del desierto, que transporta combustible a los países vecinos, Israel y Jordania.

De acuerdo con los funcionarios egipcios, la caída de misiles Grad en Eilat y la negativa de Egipto que fueran disparados desde la Península del Sinaí generaron nuevas tensiones entre Israel y Egipto; cuyo resultado fue el envío - por parte de Israel- de un mensaje resuelto “e, incluso, amenazador” al Consejo Militar Egipcio respecto a su responsabilidad por los acontecimientos ocurridos en el Sinaí.

Según las fuentes, el mensaje de advertencia incluía insinuaciones que Israel podría ser forzado a tomar acciones en el Sinaí, si los ataques contra objetivos israelíes, continuaban originándose desde el interior de la península.

Sumado a los informes de la prensa egipcia acerca del agrupamiento de fuerzas israelíes sobre la frontera egipcia, el reporte de esa advertencia generó reacciones negativas desde dentro del público egipcio.

En una editorial, Halad Salah, editor del periódico Youm al Sabbah, advirtió a Israel sobre el uso de una “falsa” excusa de ataques desde el Sinaí con el fin de intentar crear una división entre el público egipcio. Según Salah, Israel reclama que actualmente enfrenta amenazas de seguridad que se originan desde el interior de Egipto, y que la situación en Egipto, específicamente el surgimiento de los Islamistas “es la principal amenaza, tal como informaran los periódicos israelíes, bajo la influencia de Shin Bet y el Mossad”. Si Israel continúa culpando a los egipcios, pronto descubrirá que todos los egipcios se unirán en su contra.
Sin embargo, a pesar del contragolpe público, el Consejo Militar Supremo egipcio es consciente de su ineptitud en el Sinaí, en especial luego que las milicias beduinas “conquistaran” dos estaciones de policía (El-Arish y Sheikh Zuweid) y no permiten a las fuerzas egipcias, monitorear el comercio que tiene lugar a través de túneles entre Sinaí y la Franja de Gaza.
En respuesta, Egipto comenzó a enviar la semana pasada, refuerzos a las instalaciones de gas natural y a El-Arish. El General Salach Al Masri, responsable por la seguridad del norte del Sinaí, informó sobre el intento egipcio de despejar la actividad terrorista del Sinaí.
Al Masri informó la semana pasada que un equipo inicial de 50 oficiales de policía y decenas de vehículos blindados ingresaron al Sinaí, con una misión de retomar las estaciones de policía y patrullar el gasoducto.
El sábado pasado, Al Masri declaró en el website “el-masrawy” que se tomó la decisión de incrementar la presencia de seguridad en el norte del Sinaí, y que una fuerza adicional de 150 oficiales de policía y más vehículos blindados, serán enviados a la zona aledaña a El-Arish y Rafiah.
Esas fuerzas adicionales patrullarán a lo largo del gasoducto, e intentarán frustrar el contrabando de armas a través de los túneles.
Esta no es la primera vez que Egipto envía refuerzos al Sinaí. En noviembre pasado, Al Masri declaró que sus fuerzas lograron arrestar a los responsables de bombardear el gasoducto. Poco tiempo después, el gasoducto fue bombardeado nuevamente, y las milicias beduinas tomaron el control de las calles y de las torres de guardia policial egipcias.

La península del desierto se convirtió en una enorme instalación de almacenamiento de armas, cuyo contenido está disponible para cualquier persona que esté dispuesta a pagar a los beduinos un precio razonable.

El Primer Ministro egipcio Kamal Ganzouri informó que, al menos 10 millones de armas ilegales, incluyendo pistolas automáticas pesadas, ametralladoras, lanzadores de misiles y morteros fueron contrabandeados hacia Egipto desde Libia y Sudan, desde el comienzo de la revolución. Se dice que algunas armas también fueron contrabandeadas desde Israel.

Oficiales de seguridad reportaron a la prensa egipcia que los escondites de armas son confiscados diariamente, y que al parecer, actualmente “toda familia egipcia posee un arma”. Grandes cantidades de armas ingresaron al Sinaí y están siendo vendidas hacia Gaza o para organizaciones activas dentro del Sinaí.

En el pasado, Ha’aretz reportó que la rama yemenita de al-Qaeda construyó una base de municiones en el Sinaí, con el objetivo de servir a sus fuerzas en Gaza, mientras que organizaciones radicales encontraron refugio en sitios que los militares egipcios eran incapaces de infringir, en el centro del Sinaí.

El gobierno egipcio es consciente del hecho que todo esfuerzo militar en Sinaí fracasará, sin la cooperación de las tribus beduinas. Sin embargo, esa cooperación requeriría de una inversión financiera muy sustancial, incluyendo la creación de sistemas hídricos y eléctricos, la construcción de escuelas y la creación de empleos en una zona donde las tasas de desempleo alcanzan el 90 %.

Desde que Mubarak fuera destituido y se creara el gobierno civil, los beduinos, que suman unas 360.000 personas, oyeron numerosas promesas del intento del gobierno por mejorar su situación.
A pesar del hecho que se mantuvieron reuniones con los líderes de las tribus, no hubo cambios significativos. Sin esos cambios, los beduinos continuarán siendo forzados a depender del contrabando y el comercio con organizaciones terroristas, a fin de poder sobrevivir.

Las tensiones entre el gobierno egipcio y los beduinos se deterioraron mucho más allá de las relaciones entre el régimen y sus ciudadanos. Amenazan las delicadas relaciones entre Israel y Egipto, justo cuando el Consejo Militar Supremo y la Hermandad Musulmana, dispuestos a controlar el futuro del país, declaran su lealtad a los Acuerdos de Camp David.

Un escenario en el que Israel podría actuar por su cuenta en el Sinaí, podría convertir la cooperación entre los beduinos y las organizaciones terroristas y la tensión entre beduinos y el gobierno egipcio en una amenaza estratégica, capaz de destruir el acuerdo de paz, por el cual todos se encuentran preocupados.CIDIPAL

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