viernes, 1 de febrero de 2013

CRIMENES DE GUERRA: COMO LOS NAZIS ESCAPARON A LA JUSTICIA EN SUDAMERICA

Fuente: Der Spiegel- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba 24/1/13 por Felix Bohr Todo lo que hizo falta fue un numero transpuesto -- 1974 en vez de 1947 -- para que se le permitiera a Gustav Wagner permanecer en Brasil. Era un mero desliz de la lapicera por parte del hombre que habia traducido el documento aleman al portugues que provoco que la Corte Suprema de Brasil negara a Alemania Occidental el pedido de extraditar al ex oficial SS. Y aun asi Wagner continuaba acusado de complicidad en los asesinatos de 152000 judios en el campo de exterminio Sobibor en la Polonia ocupada por los alemanes. Josef Mengele, el famoso doctor del campo de concentracion en Auschwitz, tambien se beneficio de los errores y retrasos debido a que los funcionarios franceses de Interpol, la fuerza policial internacional entonces con sede en Paris, se negaron a llevar a cabo busquedas internacionales de criminales de guerra nazis. Y, en el caso del Coronel Walther Rauff de la SS, quien ayudo a desarrollar camaras moviles de gas utilizadas para asesinar judios, fue un funcionario del Ministerio del Exterior aleman quien saboteo la solicitud de extradicion de su propio gobierno a Chile durante 14 meses. Como resultado de estos quiebres, estos tres matones nazis nunca fueron juzgados en tribunales alemanes despues de la guerra. Wagner, la "bestia" de Sobibor, murio en São Paulo, Mengele se ahogo en Brasil, y Rauff murio de un ataque cardiaco en Chile. De los cientos de funcionarios y asesinos en masa nazis culpables que habian huido a Sudamerica despues de la rendicion de la Alemania Nazi, solo un puñado de ellos fueron juzgados. Como pudieron tantos criminales arreglarselas para salir impunes, aun cuando ellos eran claramente culpables? Es un enigma que desconcierta a los academicos hasta nuestros dias. Fue debido a la falta de cooperacion por parte de funcionarios de Alemania Occidental? La falta de interes por parte de regimenes sudamericanos? Hubo alli incluso aun vinculos secretos y colaboracion entre los nazis a ambos lados del Atlantico? El historiador Daniel Stahl ha conducido investigaciones en archivos europeos y sudamericanos en el proceso de escribir un nuevo libro titulado "Caza de Nazis: Dictaduras de Sudamerica y la Venganza de los Crimenes Nazis." La obra suministra una respuesta segura y desgraciada a lo que ha sido largamente sospechado: que habia una coalicion amplia de personas -- a traves de continentes y dentro de los tribunales, policia, gobiernos y administraciones -- que estaba poco dispuesta a actuar o incluso frustro el enjuiciamiento de criminales nazis durante decadas. Frustrado por Antiguos Nazis Stahl cree que los motivos para ser parte de lo que el llama una "coalicion de los no dispuestos" diferian ampliamente. Diplomaticos de Alemania Occidental sabotearon la caza de nazis por solidaridad. Los investigadores penales franceses temieron que la cooperacion podria exponer sus propios pasados como colaboradores nazis. Y los dictadores sudamericanos se negaron a extraditar a ex nazis por preocupacion que los juicios podrian dirigir la atencion internacional a los crimenes que sus propios gobiernos estaban cometiendo entonces. No fue dificil para esta coalicion torpedear la caza de nazis. Incontables actores -- en politica, el poder judicial, el gobierno y la administracion -- tenian que trabajar juntos a fin de arreglar y ejecutar exitosas prosecuciones penales. De hecho, un pequeño error o irregularidad procesal menor era suficiente para desbaratar el arresto de los criminales. Stahl no deja dudas que el poder judicial de Alemania Occidental fue especialmente culpable de lapsos serios. Sus hallazgos confirman que descuido perseguir en forma energica a los asesinos nazis durante decadas. Walther Rauff, por ejemplo, pudo viajar entre Sudamerica y Alemania despues de la guerra como representante de distintas compañias. Pero el nunca entro en ninguna dificultad debido a que su nombre no aparecia en ninguna lista de criminales buscados. No fue hasta 1961 que la oficina de fiscales publicos en la ciudad norteña de Hanover emitio una orden para el arresto de Rauff bajo casi 100000 acusaciones de asesinato. Encontrar la direccion de Rauff en Chile no fue problema, y el Ministerio del Exterior aleman instruyo al Embajador Hans Strack en Santiago a solicitar la extradicion del criminal de guerra nazi. Pero Strack, quien habia trabajado tambien en el Ministerio del Exterior antes de 1945, ignoro las instrucciones del ministerio en Bonn y permitio que el caso se prolongara durante 14 meses. No fue sino hasta despues que funcionarios judiciales en Hanover notificaron a los colegas federales que ellos estaban "extremadamente desconcertados" por el hecho que la embajada estuviera tratando el caso "con tal hesitacion" que el gobierno disciplino al recalcitrante embajador. Strack, un conocido opositor a compensar los crimenes de la Alemania Nazi, finalmente solicito la extradicion de Rauff, lo cual llevo a su arresto a fines de 1962. Pero, para entonces, era demasiado tarde para castigar a Rauff porque el asesinato entraba bajo el estatuto de limitaciones en la mayoria de los paises sudamericanos en la epoca. La corte suprema de Chile nego el pedido de Alemania de extraditar al ex coronel SS. A pesar de las protestas internacionales, Rauff continuo viviendo como un hombre libre en Chile durante decadas. En otros casos, una falta de cooperacion por parte de Interpol frustro la busqueda de nazis. Stahl descubrio un documento especialmente revelador, las minutas de una reunion del comite ejecutivo de Interpol de mayo de 1962. Poco tiempo antes, el Congreso Judio Mundial habia pedido a Interpol que participara en la busqueda mundial de criminales de guerra nazis. El entonces secretario general de Interpol, Marcel Sicot, respondio airadamente. Por que los criminales de guerra deben ser enjuiciados, fue citado preguntando el frances en las minutas, "ya que el victorioso siempre impone sus leyes, de todas formas? Ninguna entidad internacional define el termino 'criminal de guerra'." De hecho, Sicot observaba la acusacion penal de los criminales nazis como "la justicia del vencedor." En 1960, hubo rumores que Josef Mengele, el doctor del campo de concentracion conocido como el "Angel de la Muerte," estaba oculto en Brasil o Chile. El Ministerio de Justicia aleman aconsejo a la Oficina Federal de la Policia Penal conducir una caceria humana -- pero sin involucrar a Interpol. Los funcionarios en Bonn estaban evidentemente tratando de evitar molestar a los investigadores internacionales con el caso, pero el lugar de escondite de Mengele no fue encontrado nunca. Stahl atribuye el fracaso de Interpol en arrestar a nazis y sus colaboradores al pasado de tiempos de guerra de muchos funcionarios policiales franceses. "Como esbirros del regimen de Vichy, (ellos) colaboraron con los nazis hasta 1944," escribe Stahl. "Ellos se opusieron al enjuiciamiento penal de los crimenes nazis." Stahl tambien destaca que uno de los principales obstaculos en la caza de criminales nazis fue el hecho que los dictadores sudamericanos querian encubrir sus propios crimenes. El 22 de junio de 1979, el embajador aleman en Brasilia escribio que la extradicion de alguien que habia cometido crimenes de guerra debe ser perseguido, incluidos los cometidos por el ejercito y la policia." Poco tiempo antes, la administracion del entonces Canciller Helmut Schmidt habia solicitado la extradicion de Wagner, el ex vice comandante de Sobibor, una solicitud que los jueces en la Corte Suprema Federal de Brasil habian negado. En Alemania, una nueva generacion habia entrado a la burocracia gubernamental -- y una que no temia utilizar medios no convencionales para poner tras las rejas a criminales nazis. En 1982, la oficina del fiscal publico de Munich inicio procedimientos para solicitar la extradicion de Klaus Barbie, el ex jefe de la Gestapo en Lyon, Francia. Temiendo que Barbie pudiera ser absuelto en Alemania por falta de pruebas, los funcionarios del Ministerio de Justicia pidieron a sus contrapartes del Ministerio del Exterior dar pistas a los aliados franceses de Bonn que "ellos deben tambien pedir la deportacion de Barbie, especificamente de Bolivia a Francia." Cuando Paris acepto, el Ministerio del Exterior instruyo a la embajada alemana en La Paz, la capital boliviana, a "alentar tal acontecimiento con medios apropiados." A principios de 1983, Barbie fue deportado a Francia. El famoso "Carnicero de Lyon" murio en un hospital en esa ciudad en 1991.