viernes, 1 de febrero de 2013

‘Ve-jol netiboteha...¡Shalom!’ – ‘Todos sus caminos conducen a la ¡Paz!’

B.H.N."V. - Parashat de la semana. PERASHAT 'ITRÓ' - "Vaishmá Itró" relata el comienzo mismo de nuestra perashá. Itró 'escuchó', "...todo lo que había obrado D's por Moshé y por Israel, cuando sacó HaShem a Israel de Egipto" (Shemot, Cap.18:1). Nuestros sabios interpretan esta visita, preguntándose: "...má shemuá shamá u-bá??". Es decir, ¿Qué fue lo que escuchó y lo hizo allegarse? "Rabi Ieoshúa afirma: escuchó los sucesos de la guerra con Amalek y vino (recordemos al final de la perashá pasada el salvaje y traicionero ataque de Amalek en el desierto, fundamentalmente a 'todos los débiles y enfermos' del pueblo judío); Rabi Eleazar haModaí sostiene en cambio: la entrega de la Torá lo hizo venir (en nuestra perashá accedemos a los "10 Mandamientos"); Rabi Eliezer dice: El cruce del mar Rojo había escuchado y vino..." (Ialkut Shimoni). Quedará medianamente claro, que no hay obra del Todopoderoso que pase desapercibida para el entorno general y que lo eventos -dramáticos algunos, felices otros y de una poderosa carga emocional e intelectual los otros -, representan una afirmación elocuente por la cual nada habrá de ser ya igual para los habitantes de un mundo, testigos oculares y presenciales del poder del Creador, ahora definido por el mismísimo líder de una nación pagana, cuyo nombre define la identidad de nuestra perashá en cuestión: "...Ahora sé yo que grande es HaShem por sobre todos los dioses...". Y esto es ciertamente lo importante. El Rabi de Kotzk así lo considera y enseña: "...Lo que escuchó Itró, fue también escuchado por muchísimas otras personas", pero -sostiene el maestro jasídico-, "hay quienes escuchan más no oyen, pues las cosas no logran penetrar sus oídos, y por ende no alcanzan sus corazones y ni hablar de sus pensamientos. La verdadera virtud de Itró fue aquella que insinúa nuestra Torá: "Vaishmá Itró" -que escuchó y supo lo que había escuchado. Lo comprendió e internalizó". Allí reposa tal vez el mérito de un hombre que, habiendo cosechado y probado el sabor del poder que concede el liderazgo y por otro lado, estando ya "hecho" en su creer y sentir, logra impactarse -más allá de la familiaridad y de las emociones- de una nueva Fe que asoma en pleno paisaje del desierto, una fe que lleva como sello peculiar la Bondad Divina. Así lo afirma Itró después de atender al relato de Moshé: "...Se regocijó Itró por toda la bondad - 'TOBÁ'- que había hecho HaShem para Israel, cuando lo hubo librado de bajo el poder egipcio" .Y así, nuestra fundamental perashá, lleva su nombre. Primero por su humildad, y en segunda instancia por su sabiduría (que pone de manifiesto la humildad de Moshé!!). Porque es a partir de este re-encuentro que los caminos de ambos - de Moshé y de Itró- se habrán de separar (no así el de los descendientes del pueblo judío y de Itró), no sin antes, los "ojos de Itró",que tanto pondera Moshé en su insistir para que su suegro los acompañe en el trayecto por el temible desierto, "hacen ver" a Moshé una realidad, que en el comienzo mismo del camino era un escollo para la libertad: la Justicia y los medios acerca de cómo administrarla... Ciertamente la Torá habría de "llegar" de boca de D's. Palabra por Palabra. Pero antes, tal vez, en este orden que nos proponen los versículos, es necesario ordenarse, organizarse, prepararse a crecer en la tarea más compleja aunque base esencial para el Decálogo, como lo es la implementación de cortes de justicia -una de los 7 preceptos de los hijos de Noaj-, en este vuelta a crearse del mundo como lo será el Maamad Har Sinai, tiempo de Revelación, tiempo de acción - "NAASÉ"-, tiempo de concebir los hechos - "veNISHMÁ"-. Así lo confirma Moshé, 40 años después frente a los herederos de la tierra de Promisión: "...Y ¿qué nación grande -hay- que tiene fueros y leyes justos - 'tsadikím'- como toda la Torá ésta, que yo doy ante vosotros el día de hoy"?? (Debarím 4:8). Hay una Torá verdadera -Torát Emet-, y sus 'jukím vemishpatím tsadikím', con leyes y fueros justos. La verdad debe producir justicia. La justicia debe ser el recipiente para la verdad. Si ello se logra, despuntará SHALOM, la paz. Así lo transmitió Itró a Moshé, con simpleza, con elocuencia, con sabiduría: "...si esta cosa tú vas a hacer -y D's te lo ordena- podrás mantenerte en pie y también todo este pueblo a su lugar habrá de llegar en paz...". ¡¡ Shabat Shalom u-Meboraj !! Mordejai Maarabi Rab.Oficial de la OLEI