Livni sería nombrada para conversaciones de paz

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CTUa ex ministra de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni, hizo campaña casi exclusivamente en la necesidad de forjar un acuerdo con los palestinos y su responsabilidad en este problema es la principal condición que puso para unirse al gobierno, algo que aparentemente el Likud aceptó. Un alto miembro del partido Likud que está involucrado en las negociaciones de coalición de Netanyahu dijo martes que está considerando la posibilidad de adherirse a la demanda de Tzipi Livni, nombrándola como ministra (ad hoc) a cargo de las negociaciones con los palestinos. Livni, ex canciller, que es bien conceptuada en las capitales occidentales, cumpliría un rol de “blanqueo” del gobierno de Netanyahu a los ojos del mundo, al igual que el Partido Laborista y, más tarde, Atzmaut han “blanqueado” el anterior gobierno de Netanyahu. Para Lieberman, que está bajo juicio, se le piensa otorgar la presidencia de la Knéset de Asuntos Exteriores y de Defensa. “Nuestra impresión es que Livni ha cambiado su enfoque de membresía en el gobierno de Netanyahu, de arriba a abajo”, agregó el funcionario del Likud. “Ella transmite actualmente una verdadera intención de asociarse con el primer ministro”, finalizó. Las negociaciones de la coalición quedaron en suspenso temporal martes, mientras que la nueva Knéset juró, se produjo la inevitable tensión entre Yesh Atid e Israel Beitenu, ya que este último quedó eclipsado por el protagonismo de las nuevas figuras y no ve con buenos ojos la calidez de Lapid con Netanyahu, a quien abrazó y estrechó la mano. En cambio, el apretón de manos entre Netanyahu y el presidente Habait Hayehudi Naftali Bennett era decididamente frío, una señal de que su tensa relación todavía no se ha descongelado.Fuentes del Likud añadieron que aún es demasiado pronto para decir si Lapid se unirá al gobierno. “Lapid cometido todos los errores posibles”, dijo un portavoz. Netanyahu, por su parte, reiteró su llamado a un gobierno de unidad nacional amplio de ayer en el acto de toma de posesión, advirtiendo que “Nadie va a hacer la paz con un débil, dividido Israel.”