EL PODER ILIMITADO DEL PUNTO ESENCIAL
No me digas que no puedes.
Tal vez quisiste decir que te resulta difícil, complicado, dificultoso.
No me digas que no puedes.
Tal vez no estés acostumbrado, o hubieses preferido que fuese de otra manera.
Pero no digas que no puedes.
Tal vez tu imaginación y tu memoria te juegan una mala pasada, y te hacen creer que “todo tiempo pasado realmente fue mejor”.
Pero no digas que no puedes.
Porque tu escenario, aunque no lo entiendas, es el único posible.
Es el contexto ideal.
Es el marco perfecto para tu misión en la Vida.
Aunque no lo entiendas.
Y en ese escenario perfecto, tú debes hacerlo.
¡Y puedes!
Claro que puedes.
Puedes eso y mucho más.
Porque tu potencial es infinito.
Porque eres una criatura divina, y la divinidad que habita en ti no tiene impedimento alguno.
Conéctate con tu punto esencial e inténtalo de nuevo.
Una y mil veces.
Pero no digas más que no puedes.
No vaya a ser que termines por creerlo.
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