**Sangre Mezclada**
El sol, que entraba por mi
ventana, se fue apagando mientras la tarde avanzaba. La oscuridad cubrió mi
cuarto, quedé sólo con la finada.
Su cuerpo, blanco y desnudo,
reposaba sobre la blanca sábana. Yo aferrado
a su cuerpo, intentando retener la
vida, que de ella huía y se alejaba.
Estaba muerta, ya no respiraba, su
cuerpo, que calentó tanto el mío, ahora,
minuto a minuto, se enfriaba.
Minuto a minuto, se alejaba,
minuto a minuto, la soledad se acercaba, como
diciendo: ! Ahora yo seré tu
compañera !
La mancha, momento a momento, fue
enrojeciendo la sábana. Sus últimos
suspiros, ya no se escuchaban, los
latidos de su corazón eran de piedra, su
boca cerrada y sin vida, no podría
volver a mentir.
Lloré por ella, una vida joven con
un final tan triste. Lloré por mi, por la vida
que me esperaba, junto a la
soledad y al castigo, de la ley y de los hombres,
de la sociedad a la cual debería
pagar.
! No dudé un momento ! De su
blanco cuerpo retiré la daga ensangrentada y
la clavé en mi corazón.
! Ahora la sangre estaba mezclada
!
Mario Beer-Sheva
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