domingo, 25 de junio de 2017

**Comienzo De La Historia**

Las hojas me resguardaban del frío o del fuerte sol del verano.
En las ramas apoyaba mi cuerpo para descanso del día y la noche.
Al amanecer, por costumbre, miraba hacia arriba viendo a lo lejos
el cielo inalcanzable, miraba hacia abajo y veía el suelo cubierto
de pasto verde o de hojas secas según la estación.
¡Nada cambiaba todo era igual!
Hasta que una mañana, muy temprano, entre las hojas secas del
otoño lo miré y ahí estaba un pequeño libro al lado del tronco que
el viento sus hojas hacían volar. Mi curiosidad pudo más que mi
prudencia y por primera vez, lentamente y con cuidado, me deslicé
del árbol buscando el suelo.
Me puse de píe algo mareado hasta que mis piernas se hicieron
firmes y entonces me agaché a recoger el libro.
De poco me servía yo no sabía leer. Un poco después o quizás mucho
tiempo después pasó un caminante y al preguntarle por el nombre del
libro me respondió: El Origen de las Especies por Charles Darwin.
El Libro de nada me sirvió regresé a mi árbol, a mis ramas, a mis hojas,
a espiar el cielo o la tierra mientras los años, o los siglos, puedan pasar.
Mario Beer-Sheva

   

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