LA CORTE SUPREMA DE ISRAEL DIVIDE Y REINA
Del Wall Street Journal
TRADUCIDO POR Marcela Lubczanski
No hay época como una guerra para hacerse de nuevos poderes y reavivar viejas discusiones.
Por la Junta Editorial
Enero 2, 2024
No hubo ninguna buena razón para que la Corte Suprema de Israel se apresure y todas las razones para que espere. "Unidos ganaremos" es la consigna ubicua en el frente interno israelí, donde incluso rivales acérrimos han formado un gobierno de unidad para tiempos de guerra. Actuando ahora para sofocar lo que resta de la reforma judicial, la Corte corre el riesgo de hundir a Israel en las riñas de tiempos de paz del 6 de octubre—y los ruinosos y provocativos meses que lo precedieron.
En una decisión de 8 a 7 el lunes, la corte de Israel anuló la ley de "razonabilidad" aprobada en julio. Esta es la primera vez que la corte anuló la Ley Fundamental, parecida a una enmienda constitucional. No es demasiado llamar a esto la segunda "revolución judicial" de Israel.
La primera que llevó el nombre, en las décadas de 1980 y 1990, vio a la Corte Suprema reclamar poderes inusuales para interferir en las decisiones políticas. Su arquitecto, el presidente de la Corte Suprema, Aharon Barak, no obstante prometió en 1992 fallar "en completa subordinación a las palabras de las Leyes Fundamentales." El explicó que "el pueblo es soberano y las Leyes Fundamentales son supremas."
Eso cambió el lunes. Como escribe The Times of Israel, los jueces pueden ahora decir a la Knesset 'no sólo cuando sus leyes normales violan las reglas del juego, sino cuáles pueden ser realmente las reglas del juego." La presidenta de la Corte Suprema, Esther Hayut, apeló a los principios de la Declaración de Independencia de Israel para hacerse de este poder.
El tribunal se apresuró a emitir un fallo divisivo, aunque el retraso y unión es seguramente del interés del país, porque en dos semanas, la mayoría detrás de ella ya no estará mas. Las juezas Hayut y Anat Baron se retiraron a mediados de octubre y pueden unirse a las decisiones sólo hasta mediados de enero. Ambas votaron por anular la ley.
Si el gobierno se hubiera comportado en esta forma, apresurándose a través de un conflicto de interés institucional para permitir que los miembros actuales echen votos decisivos significativos durante tiempos de guerra, la corte podría haber estimado la decisión como "irrazonable."
Esa fue la doctrina judicial en cuestión. Después que las propuestas de reforma del gobierno se toparon con fuerte resistencia popular, sólo un cambio simbólico fue aprobado por la Knesset: no más uso de la "irracionalidad" como el único factor para bloquear una decisión gubernamental.
Como explica la jueza Yael Willner en un disenso, las decisiones gubernamentales aun habrían tenido que cumplir los estándares de la corte de autoridad legítima, proceso válido, buena fe, consideraciones pertinentes, proporcionalidad, no arbitrariedad y antidiscriminación. Los jueces difícilmente habrían quedado indefensos ante la extralimitación del ejecutivo.
No dispuesta a ceder una pulgada, la corte de Israel se ha apoderado de otra milla. Tuvo otras opciones. Muchos de los 12 jueces que reclaman el derecho de anular Leyes Fundamentales votaron en contra de ejercerlo en este caso, prefiriendo interpretar la nueva ley de forma estrecha en su lugar. Eso habría mitigado cualquier peligro percibido. Pero los ocho en la mayoría prefirieron salar la tierra.
En el corto plazo, la corte será recompensada por su sincronización. Sus críticos han prometido posponer el tema hasta que sea ganada la guerra, para que el desorden interno no socave la campaña de guerra y aliente a Hamas y a Hezbollah.
En el largo plazo, la corte puede encontrar que se ha dañado a sí misma mientras mata un paquete de reformas que estaba políticamente casi muerto. Benny Gantz, el oponente de Benjamin Netanyahu que podría ser el próximo primer ministro de Israel, ahora dice que después de la guerra, "Tendremos que decidir las relaciones entre las ramas del gobierno y legislar una: 'Legislación de Ley Fundamental.' que asegure el estatus de las Leyes Fundamentales.
El Sr. Gantz podría ahora encontrar amplio consenso—precisamente lo que había faltado al gobierno
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.