TRADUCIDA POR Marcela Lubczanski
LA GUERRA DE ISRAEL CON HAMAS NO TIENE FINAL A LA VISTA
Apuestas existenciales y objetivos ambiciosos apuntan a un conflicto largo, sea como sea que culmine el combate en curso.
Por Marcus Walker y Rory Jones
Enero 26, 2024
El conflicto de Israel con Hamas será uno largo—con ambas partes luchando por conseguir sus objetivos fundamentales y ningún camino claro a algún tipo de paz duradera.
Israel ha jurado destruir a Hamas como fuerza militar y política significativa. Hamas está comprometido con el objetivo a largo plazo de eliminar al estado judío.
Las apuestas irreconciliables son existenciales para ambos. Y eso significa que aun si un cese de fuego detiene la ronda actual de combate en Gaza, la lucha entre Israel y Hamas continuará.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha dicho repetidamente que su país continuaría su guerra actual en Gaza hasta que logre la destrucción completa de Hamas. "No hay ningún sustituto para la victoria total sobre nuestros enemigos," dijo Netanyahu el jueves.
El progreso limitado hasta ahora del ejército israelí en eliminar a Hamas en el enclave está sembrando cada vez más dudas en Israel sobre si el objetivo declarado de Netanyahu es asequible en algún momento cercano.
Está aumentando la presión internacional para un cese del fuego extenso que permitiría la liberación de más de 100 rehenes israelíes aun retenidos por Hamas en Gaza, tanto como crecientes envíos de ayuda humanitaria para la población civil del enclave.
Los términos del cese del fuego exigidos por Israel y Hamas siguen alejados, y un acuerdo es incierto. Así también lo es si un cese del fuego prolongado marcaria el fin de la actual guerra o meramente una pausa.
Si no hay cese del fuego, los altos funcionarios israelíes dicen que es probable que el ejército siga combatiendo a Hamas en Gaza por muchos meses, posiblemente por el resto de este año, hasta que haya tomado el control total.
En ese punto, Israel enfrentaría un dilema. Si las fuerzas israelíes mantienen una ocupación extensa de Gaza—lo que Netanyahu ha dicho que no ocurriría—se volverían el blanco de una insurgencia prolongada.
Si Israel abandona rápidamente Gaza, Hamas podría regenerarse y retornar como la fuerza controladora de facto del enclave. Prevenir tal resultado requeriría una nueva entidad gobernante, presentada rápidamente con apoyo de la población de Gaza tanto como Israel y actores del exterior. Ese escenario se ve distante.
En las décadas recientes, los ejércitos regulares de países industrializados avanzados han luchado para reprimir totalmente a las fuerzas insurgentes irregulares que tienen una fracción de sus recursos. Muy recientemente, Estados Unidos y sus aliados occidentales no lograron reprimir al Talibán y construir un gobierno alternativo estable en Afganistán a pesar de 20 años de intentar.
Hamas tiene algunas ventajas en Gaza de las que carecían otros grupos militantes irregulares en los últimos tiempos, dicen los analistas.
"Hamas disfrutó de un alto grado de independencia por casi 20 años para desarrollar sus capacidades en un territorio altamente definido y población que estaba totalmente bajo su control," dijo Ofer Fridman, un académico en estudios bélicos en el King's College London.
Hamas se preparó para la guerra sabiendo exactamente dónde tendría lugar el combate, y que podría utilizar su red de túneles tanto como su poder para controlar y coaccionar a la población de Gaza para su ventaja, dijo Fridman. "Todo esto hace más difícil desde una perspectiva militar al objetivo (de destruir a Hamas).
Otros expertos concuerdan en que el objetivo bélico central de Israel será difícil de lograr pronto, aun si las fuerzas israelíes conquistan toda la zona de superficie de Gaza.
"A menos que el pueblo de Gaza sea eliminado o expulsado, es extremadamente probable que Hamas sobreviva de una u otra forma," dijo Hussein Ibish, un académico en el Arab Gulf States Institute, una think tank en Washington.
"Si Hamas fuera una lista de individuos o equipo, eso puede ser destruido," dijo Ibish. Pero Hamas es una filial política que puede remplazar a sus combatientes y líderes y reconstituirse, dijo él.
El objetivo a largo plazo del grupo islámico de remplazar a Israel con un estado palestino que abarque la tierra entre el Río Jordán y el Mar Mediterráneo se ve aun más inverosímil. Hamas mismo admitió tácitamente esto cuando revisó su estatuto en el 2017, dando de baja su llamado abierto a la destrucción de Israel y en su lugar exigiendo un estado palestino en la Margen Occidental y Gaza.
Sin embargo, el principal líder de Hamas en Gaza y planificador del ataque del 7 de octubre contra Israel, Yahya Sinwar, ha dicho que un acuerdo sobre la coexistencia de dos estados junto a las fronteras de 1967 no sería la solución histórica final. Más bien, ha dicho Sinwar, sería una etapa interina, durando tal vez una generación o más, pero dando camino finalmente a un estado palestino que cubra la tierra entera.
Para Sinwar, la lucha armada contra Israel está destinada a fortalecer la posición de negociación de los palestinos para negociaciones futuras, mientras hace a Hamas el líder de la causa nacional palestina.
Para la mayoría de los israelíes, sin embargo, lo espantoso del ataque del 7 de octubre ha destrozado cualquier creencia que Hamas podría convertirse en un actor pragmático abierto a un acuerdo del conflicto israelí-palestino. "Fundamentalmente, ellos no están buscando un acuerdo con nosotros, están buscando echarnos a patadas," dijo Eyal Hulata, un ex jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Israel. "Y si tienen que masacrarnos a todos nosotros para eso, ellos lo harán."
Hulata dijo que esperaba que más figuras pragmáticas podrían surgir y asumir el control de Hamas si el liderazgo actual alrededor de Sinwar puede ser eliminado. Hasta ahora, las fuerzas israelíes no se las han arreglado para encontrar o matar a los principales lideres de Hamas en Gaza.
Hamas, el cual se estimaba que tenía alrededor de 30,000 combatientes y muchos miles de cohetes antes de la guerra, es demasiado débil para amenazar la existencia del estado de Israel, el que sigue siendo la potencia militar más fuerte en el Medio Oriente.
Sin embargo, la lucha más amplia contra Hamas y otros grupos opuestos a Israel, incluidos Hezbollah en Líbano y el régimen islámico en Irán que los apoya, es vista como existencial en Israel porque sus arsenales y objetivos radicales amenazan la capacidad de Israel de ofrecer a su propia población una forma segura de vida.
Esa visión refuerza la determinación israelí de mantener una lucha larga contra Hamas y otros enemigos, inclusive a un costo doloroso para Israel en víctimas y daño económico. En un país aun traumatizado por la brutalidad del 7 de octubre, una clara mayoría de la opinión publica sigue siendo partidaria de la guerra en Gaza, aun cuando crecen las preocupaciones que esté en peligro de volverse un atolladero.
Las fuerzas israelíes han infligido bajas significativas sobre el ejército de Hamas. Pero las agencias de inteligencia de Estados Unidos dudan de la afirmación de Israel que ha matado a 9,000 militantes y piensan que Israel sigue lejos de su objetivo de aplastar a las fuerzas militares de Hamas.
A pesar de las victorias tácticas israelíes contra Hamas en Ciudad Gaza, Khan Younis y otras partes, los combatientes del grupo están probando ser más duros de pisotear de lo que Israel esperaba cuando inició la invasión en octubre.
El extenso bombardeo aéreo de la parte norte de la Franja de Gaza destruyó grandes áreas urbanas, mató a miles de civiles y desplazó a la mayoría de la población. Israel dice que desmanteló a los batallones de Hamas en el norte como unidades militares organizadas.
Bolsones de resistencia continúan en Ciudad Gaza y otras partes del norte. Grupos chicos de combatientes de Hamas siguen emboscando a las tropas israelíes, usando su elaborada red de túneles para maniobrar y ocultarse. Para la frustración de los israelíes, ellos también continúan disparando cohetes a Israel, aunque de forma esporádica.
Mientras Israel ha retirado brigadas del ejército del norte de Gaza, Hamas ha comenzado a resurgir en la zona. En el sur de Gaza, la misión del ejercito de Israel es aun más difícil porque cerca de dos millones de civiles desplazados están abarrotados dentro de esa parte de la Franja de Gaza.
Complicando la campaña de Israel en Gaza está la escala enorme de la red de túneles de Hamas. Las fuerzas israelíes están encontrando difícil limpiar realmente a Hamas de cualquiera de las áreas urbanas que Israel ha tomado a nivel terrestre. Los túneles están probando ser tan numerosos, largos e intrincados que los mejores esfuerzos de Israel para volarlos, inundarlos o combatir en ellos hasta ahora no han hecho más que progreso parcial.
Incluso matar a Sinwar u otros lideres de Hamas en Gaza es improbable que elimine al grupo como amenaza militar, porque tiene una difusa estructura de poder que no está enfocada en ningún individuo, según Tahani Mustafa, una analista principal en el Grupo de Crisis Internacional.
Las eliminaciones previas, incluido el asesinato selectivo reciente del líder político adjunto de Hamas, Saleh al-Arouri en Beirut, no han logrado interrumpir las operaciones del grupo, y Hamas está surgiendo políticamente fortalecido entre los palestinos como resultado del conflicto, dijo ella.
Mustafa dijo que Hamas no define la victoria en términos militares, sino más bien en términos de las consecuencias diplomáticas y políticas de la guerra. "Y en ese sentido, pienso que Hamas lo está haciendo muy bien," dijo ella.
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