Los residentes de seis ciudades israelíes en la zona fronteriza de Gaza, que están entre cuatro y siete kilómetros de la frontera, comenzarán a regresar a sus hogares por primera vez desde que fueron evacuados tras la invasión del Sur por parte de Hamás en octubre.
Técnicamente, estos aldeanos podrían comenzar a regresar con efecto inmediato, aunque probablemente haya cierta demora en la resolución de cuestiones prácticas.
Suponiendo que la situación de seguridad se mantiene estable y otras cuestiones prácticas progresan como se espera, más aldeas en el rango de cuatro a siete kilómetros desde la frontera podrán regresar gradualmente a la zona de Sdot Hanéguev, según The Jerusalem Post.
Una ronda posterior incluirá la región de Eshkol, aunque eso depende de nuevos avances para obtener mayor control operativo en partes del sur de Gaza.
En general, las FDI permitirán primero el regreso a las zonas más cercanas al norte de Gaza, donde las FDI ya han logrado un control más fuerte durante las últimas semanas, mientras que aquellas más cercanas al sur de Gaza tendrán que esperar todavía, dependiendo de los nuevos logros que las FDI esperan conseguir.
Manifestantes palestinos protestan en la valla fronteriza entre Israel y Gaza, al este de la ciudad de Gaza, el 21 de agosto de 2023. (Credito: ATIA MOHAMMED/FLASH90)
Tras ellas, las aldeas que se encuentran entre cero y cuatro kilómetros de Gaza tendrán que esperar más tiempo para regresar.
Hamás todavía tiene capacidad para disparar morteros y cohetes y es más probable que pueda seguir disparando contra esas aldeas y, con mayor frecuencia, que contra cualquier otra cosa más lejana.
Además, en un número muy superior de aldeas que estaban entre cero y cuatro kilómetros de Gaza, Hamás logró destruir mayor cantidad de casas e infraestructura, cuya reconstrucción llevará más tiempo antes de que se puedan rehabitar.
Una excepción notable es Yad Mordejai, que logró impedir la penetración de Hamás.
Los residentes de Yad Mordejai también tienen una actitud diferente a la de otras aldeas e ideológicamente están interesados en ser los pioneros en el regreso al corredor de Gaza.
Incluso sin regresar a las aldeas iniciales más alejadas de Gaza, el “regreso” será gradual e, inicialmente, se espera que involucre a más residentes sin niños pequeños.
El gobierno se ha comprometido a establecer estructuras escolares seguras en algunas de estas aldeas para finales de febrero, lo cual significará que hasta finales de febrero, los niños de estas aldeas sólo podrán asistir a la “escuela” en los hoteles u otros alojamientos temporales a los que han sido evacuados.
Las familias con niños previsiblemente permanecerán en sus viviendas de evacuación temporal al menos hasta finales de febrero.
En algún momento, se las alentará a regresar al Sur, incluso con incentivos financieros de cientos o más shékels por mes por regresar con niños.
El propósito es motivarlos a regresar y también tener en cuenta de que en las primeras etapas de su regreso, es posible que no puedan trabajar con regularidad.
En cuanto a las aldeas más destruidas por la invasión de Hamás, pero que planean reconstituirse (es posible que algunas no se reconstituyan en absoluto), sus residentes pronto podrían pasar a vivir en un kibutz o algún otro espacio durante seis a 12 meses.
Durante ese período, presumiblemente el Ministerio de Defensa reconstruirá y arreglará sus aldeas para habilitarlas para su regreso.
Cómo planean las FDI convencer a los residentes que regresan
Con el propósito de convencer a los residentes de que regresar es seguro, las FDI presentan varios argumentos:
Su invasión de Gaza, especialmente en el norte, ha reducido la capacidad de Hamás para organizar cualquier invasión futura.
Sus medidas defensivas, ya sea el aumento del tamaño de la fuerza de la guardia fronteriza y la colocación de fuerzas defensivas, han crecido significativamente tanto en cantidad como en calidad.
Han reducido sustancialmente el lanzamiento de cohetes desde Gaza de cientos por día en octubre a 70 por día en noviembre a alrededor de 14 por día en las últimas semanas (aunque hubo casi 30 cohetes durante la noche del domingo al lunes).
Las FDI no prometen que no habrá cohetes ni sirenas, pero sí que habrá defensas aéreas mucho más permanentes y rápidas para proteger las aldeas del corredor de Gaza.
Además, el concepto de seguridad de las FDI es completamente diferente ahora, con la libertad de responder agresivamente dentro de Gaza a cualquier provocación, algo que era mucho menos posible antes de la invasión.
Además, habrá nuevos niveles de tropas de las FDI y tecnologías de defensa dentro de sus aldeas y los escuadrones de seguridad internos de las aldeas serán más adaptables porque las personas recibirán cajas fuertes para sus armas dentro de sus hogares, en lugar de una caja fuerte central para armas, que podría ser aislada por los invasores – abordando una importante crítica contra el gobierno por la situación del 7 de octubre.
En cuanto a la calidad de vida, las FDI maniobrarán sus unidades de artillería y tanques de manera que intenten reducir el sonido y la perturbación de la vida diaria de las aldeas, dado que se espera que la intensidad de la guerra pronto caiga a niveles algo menores.
Al mismo tiempo, no pueden prometer que no verán ni oirán a estas ruidosas unidades de las FDI operando, dado que la guerra está lejos de terminar por completo.
Fuentes de las FDI ni siquiera abordaron la posibilidad del regreso de los residentes del norte de Israel.
En una decisión reciente, el gobierno extendió las órdenes legales relativas a los residentes del norte evacuados como mínimo hasta finales de febrero.
Esto sugiere que la cuestión del regreso de los residentes del norte –que depende de la mejora de la postura de seguridad de Israel frente a Hezbolá– está todavía mucho más lejos que para los residentes del sur.
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