domingo, 21 de junio de 2009

DE QUE LADO ESTAN?‏

Jonathan Tobin

El pedido del Presidente americano Barack Obama por un fin a cualquier crecimiento en los asentamientos judios en Cisjordania ha puesto al Primer Ministro Binyamin Netanyahu contra un rincon. Con Israel insistiendo correctamente que una prohibicion del "crecimiento natural" dentro de los asentamientos existentes- especialmente aquellos que entendimientos pasados con los EEUU fueron vistos como probablemente a ser retenidos incluso en un arreglo de paz- es irrazonable, un enfrentamiento puede ser inevitable.
Los comentarios de Obama fueron apenas la primera vez que el tema ha sido usado como un garrote por la Casa Blanca. Pero eso no puede ser mucho consuelo para Netanyahu. Aunque el puede decir "no" a los EEUU, habria un precio a pagar por ello. El precedente para esto fue establecido en 1991 cuando Israel pidio a los EEUU por una garantia de prestamo para ayudar a pagar las viviendas para una masiva ola de inmigrantes de la ex Union Sovietica. El antiguo presidente George Bush demando que ninguno de los fondos fuera usados para viviendas en los asentamientos. La respuesta del entonces primer ministro Yitzhal Shamir del Likud a la orden acerca de donde los nuevos inmigrantes podrian vivir fue un franco no. El pidio al AIPAC que presionara al Congreso para asegurar que las garantias fueran aprobadas, disparando una memorable confrontacion. Aunque las lecciones de este incidente tienden a ser recordadas en forma diferente en Israel que en los EEUU. Para la parte que los israelies recuerdan este momento, ellos tienden a recordar esa declaracion de Bush que intimido al AIPAC y que Shamir provoco el distanciamiento del unico aliado de Israel. Esto jugo un rol no insignificante en su derrota en la eleccion de 1992 que llevo a Yitzhak Rabin al poder. Pero los judios americanos principalmente recuerdan la conferencia de prensa de Bush, en la cual el se refirio a si mismo como "un solitario muchachito" parado contra "1000 lobbistas en el Capitolio", como un intento por deslegitimizar la defensa pro-Israel y asi silenciar a la juderia americana. Se que el lo intento o no, su posicion cambio para ser un predecesor de la tesis del "Lobby Israel" de Walt-Mearsheimer que busca retratar el apoyo bipartidario por el estado judio como resultado de un plan por parte de cabales sionistas. La posicion de Bush es tambien recordada junto la ampliamente citada replica de su secretario de estado James Baker cuando se le pregunto si la hostilidad hacia Israel era una responsabilidad politica. "Co...los", se cree que dijo Baker, "ellos no votan por nosotros de cualquier forma". Desafortunadamente para Baker tanto como para su amo, los judios americanos tomaron sus bromas muy en serio. Aunque la mayoria de los votantes judios habian, como Baker dijo, votado no por Bush en 1988, el 35% lo habia apoyado. Sin embargo en 1992 cuando Bush se postulo para la reeleccion ese numero cayo a aproximadamente el 11% en lo que resulto ser un esfuerzo perdido en una eleccion cerrada. Incluso mas problematico para los republicanos fue el hecho que este evento hizo retroceder los esfuerzos del partido por aumentar su parte del voto judio, que alcanzo un record maximo con la candidatura de Ronald Reagan en 1980. Efectivamente, ningun candidato republicano posterior, ni incluso su mas pro-Israel hijo George W. Bush o un moderado en temas sociales como John McCain, han igualado la cuenta de votos judios que George H. W. Bush recibio en 1988.
En 2009 parece como que otro presidente esta llevando a una confrontacion similar con un primer ministro del Likud. Sin embargo, Obama y sus asesores parecen pensar que no habra precio politico a pagar por seguir los pasos del viejo Bush. La decision de Obama de confrontar personalmente a Netanyahu por los asentamientos, su decision de evitar a Israel durante su gira por el Medio Oriente, y una entrevista en la Radio Nacional Publica en la cual el describio su politica como meramente siendo "honesta" la cual invocaba el espectro de un "equilibrado" enfoque hacia el conflicto (el cual bajo las circunstancias significa que Israel sera dejado sin un aliado), todo debe preocupar a los amigos de Israel.
Esta aparente decision de la Casa Blanca por enfatizar la llegada al mundo musulman mientras desenfatiza la alianza con Israel puede ser un riesgo politico para Obama. Pero Netanyahu, el Likud y los asentamientos son todos impopulares entre los judios americanos. Incluso mas para el punto, el campo de Obama cree enque la lealtad de los judios al Partido Democrata y su muy popular lider pueden ahora pesar mas que los vestigios del afecto etno-religioso por el estado judio. En una confrontacion con Netanyahu, ellos parecen concordar con grupos de izquierda como J Street que afirman que la mayoria de los judios apoyaran a Obama.

De hecho, 18 años despues de la confrontacion con el viejo Bush, factores tales como la asimilacion y el paso de una generacion que recordaba el Holocausto y la lucha para crear el estado significa que muchos judios ven a Israel bajo una luz muy diferente que sus igualmente liberales predecesores.

Sin embargo, debe ser tambien recordado que los judios americanos no fueron mas partidarios de los asentamientos en 1991 que lo que lo son hoy dia. Que ellos no se hicieron querer por Bush porque el imperativo por reestablecer a los judios de la ex Union Sovietica pesaron mas que las preocupaciones sobre los asentamientos. Hoy hay otro factor que podria enfocar a esta comunidad oponiendola a la posicion de Obama: la carrera de Iran por armas nucleares y la amenaza existencial que esas armas podrian tener para Israel.

La insistencia de Obama en elegir una pelea con Israel sobre los asentamientos mas que priorizar la amenaza de Iran es desconcertante, ya que mas concesiones sobre los asentamientos es improbable que logren movilizar el proceso de paz con una desdentada Autoridad Palestina o sus rivales de Hamas, ninguno de los cuales tienen mucho interes en aceptar una solucion de dos estados que la mayoria de los israelies ya apoyan. Es como si Obama ha decidido que esa presion dirigida a derrocar a Netanyahu, quien ha sido electo en febrero, es mas importante que confrontar a los ayatollas en Teheran, incluso si eso significa que Iran casi seguramente tendra concedido el tiempo para avanzar en sus ambiciones nucleares.

Puede tal politica ser lo que la mayoria de los judios americanos que votaron por Obama estaban esperando? Recompensaran ellos a una administracion que persigue tan imprudente politica con continuos altos niveles de apoyo? La Casa Blanca parece pensar eso.

Pero sea o no que el es exitoso en causar la caida del gobierno de Israel, esta claro que los movimientos de Obama no cumpliran su promesa de frenar los planes de Iran o acercar la paz con los palestinos. Mientras el presidente pueda creer que el puede maniobrar alrededor de este obstaculo diplomatico con el curso intacto, la letal combinacion de la capacidad nuclear y el terrorismo de los aliados de Teheran, Hamas y Hezbola pueden bien sabotear su estrategia. Es dificil de creer que la mayoria de los americanos, ya no hablemos de los judios, saludaran tal resultado con el aplauso general, sin importar cuan distantes de Israel Obama pueda pensar que ellos estan.
El autor es director ejecutivo de Commentary magazine
Fuente: The Jerusalem Post

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