MARC HEILBRON FERRER | Barcelona | 16/10/2009
He leído con estupor el texto negando el holocausto que en su día firmó César Augusto Asencio, el sustituto de Ricardo Costa en Valencia. El señor Asencio ha pedido perdón y lo justifica por ser un "error de adolescencia". La negación del holocausto es considerada hoy delito en la Unión Europea, aunque personalmente creo debe prevalecer la libertad de expresión y dejar que cada uno se "retrate" por sus opiniones.
Sin embargo, más que la negación misma del holocausto, lo que me parece mucho más grave del texto es el antisemitismo manifiesto y el racismo patético que destilan frases como que el pueblo judío, al que califica de "parásito", "se ha dedicado toda su vida a vivir a costa de los demás".
Teniendo en cuenta que fueron escritas en democracia y que atentan directamente contra los principios de la Constitución de 1978 (el artículo es de 1979), creo muestran el poco talante democrático de algunos que se llenan la boca ahora de constitucionalismo.
Eran, es verdad, las opiniones de un joven inexperto. Son tan penosas, que acepto que puedan ser perdonadas. Pero a partir de ahí, resulta lamentable que aquel joven de entonces, sea hoy un cargo importante en un partido como el Partido Popular que intenta escapar de la sombra franquista que lo atenaza desde su fundación. Que el PP de hoy otorgue su confianza a personas que han expresado este tipo de opiniones, dice muy poco de un partido que intenta, pero está claro que no consigue, homologarse al resto de la derecha democrática europea.
Fuente: La Vanguardia-España
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