viernes, 3 de junio de 2016

Bejukotai (Levítico 26:3-27:34) 
Actuar de manera casual 
por  
Interesantes interrogantes sobre la parashá de la semana.

Y si a pesar de esto no me escuchan y se comportan Conmigo de manera casual, Yo los voy a tratar a ustedes con una furia fortuita”. (Levítico 26:27-28)
Pregunta:
¿Qué significa comportarse de manera “casual” con Dios, y cuál es la respuesta de Dios (furia fortuita) ante este tipo de comportamiento?
Respuesta:
En términos halájicos, el Taz (Rav David Halevi Segal), explica que comportarse de manera casual en este contexto, significa ocuparse de otras cosas mientras realizamos mitzvot o decimos berajot. Como por ejemplo, estar cocinando mientras decimos una berajá, estar leyendo el diario mientras realizamos una mitzvá, o estar revisando nuestro correo electrónico durante la Tefilá. Esto claramente es una falta de respeto, y es algo que ciertamente no haríamos si estuviésemos en una importante entrevista de trabajo, o en una reunión con una persona honorable.
Actuar de manera casual con Dios significa, según el Taz, que no nos relacionamos con Él de manera seria, brindándole toda nuestra atención a sus mitzvot, sino que lo hacemos de manera mecánica y despreocupada.
Ahora bien, existe una manera completamente distinta de entender todo este asunto.
Al comienzo de Hiljot Taaniot (1:3), el Rambam explica que uno debe creer con fe absoluta que todas las tragedias y desgracias que nos azotan, tanto a nivel individual como a nivel colectivo, forman parte de un plan divinamente orquestado por Dios para que nos arrepintamos y volvamos en teshuvá, es decir, Dios no opera de manera fortuita, sino que todo lo que ocurre tiene una razón de ser. Y agrega que si nosotros fallamos en reconocer esto, y en cambio atribuimos la tragedia que se nos avecina al azar, esto es una cruel distorsión de nuestra percepción de las cosas, y las consecuencias son que esa tragedia conducirá inevitablemente a más tragedias en el futuro.
Interesantemente, el Rambam aprende esto de nuestro versículo en cuestión, y explica que comportarse de manera casual con Dios significa atribuir las desgracias que Dios nos envía para que nosotros nos arrepintamos y volvamos en teshuvá al azar, es decir, asumir que son meras casualidades.
La consecuencia inevitable de esto es que Dios tiene que enviar aún más tragedias, no como un castigo, sino como una forma de que hagamos finalmente teshuvá. La furia fortuita de Dios cae entonces sobre nosotros, pero nuevamente, no como un castigo, sino como una consecuencia directa de nuestras acciones, ya que el retira su Divina Providencia por cuanto que nosotros no quisimos ver Su mano, y más desgracias fortuitas nos azotan, a pesar de que no eran necesarias en un comienzo.
Fuentes: Taz, comentario a Shulján Aruj, Oraj Jaim, 301:3; Rambam, Mishné Torá, Hiljot Taaniot 1:3.

Este artículo también puede ser leído en: http://www.aishlatino.com/tp/i/prsp/Actuar-de-Manera-Casual.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.