**Quiero Ser Tu Maestro**
¡ Mujer ! Quiero confesarte algo, sobre el dolor que llevas
dentro, que es mi propio dolor.
El amor golpeó tu puerta y le abriste confiadamente, te
enamoraste perdidamente, entre
besos y promesas, te entregaste a él. Eras feliz, como la
luna, cuando muestra sus estrellas
jugando con los guiños, que tus ojos veían, eras más feliz
que el sol de la mañana, después
de una noche de tormenta y ahora despertando ante un nuevo día,
luminoso y radiante.
¡ Mujer ! Eras tan feliz, que me dolía no ser parte de esa
felicidad, pero yo callaba y te veía
y pensaba: que no era parte de esa dicha, que te merecías.
Y un día se fue, tras otro amor y tu te quedaste sola,
triste, desengañada y comenzaste a odiar,
y te alejaste del amor
¡ Mujer ! Hoy te veo, con el desengaño y el odio, reflejado
en tus ojos. Ojos apagados sin amor,
sin futuro, sin la familia que habías imaginado, sin vida y
con mucho rencor.
En mi confesión, te diré, con el comienzo de la primavera,
soñé contigo, que habrías un hoy,
olvidando el ayer. Y detrás del hoy, habrías una ventana
para que entre la primavera, que es la
estación del amor.
¡ Mujer ! Mira por tu ventana y verás el nuevo sol y
escucharás los trinos de los gorriones y
verás las flores abrirse, al aire que trae el amor, si
prestas atención, curiosamente, el río vendrá con más agua para regar las
nuevas siembras, las plantas y hacer que el agua esté
más fresca y limpia, para calmar la sed. La sed que produce
la pasión.
¡ Mujer ! Sal de tu cuarto y deja entrar la vernal,
con su carga de amor. Otras cosas he
soñada, donde tu siempre estás, pero son sueños que se
harán realidad, si puedo entrar en
tu vida y en tus planes, de una vida feliz.
¡ Quiero ser parte de tu felicidad,
ser tu maestro, en volver a amar !
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Mario Beer-Sheva
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