jueves, 1 de diciembre de 2016

Podran recordar algo los chicos de hoy con tanto internet? Sabran que pasa afuera de sus casas, de sus pantallas que tan avidamente los atrapa perdiendo la noción del tiempo? Podran contarles a sus hijos pícaras anécdotas vividas al sol, o en la lluvia o simplemente decir eso..... Yo lo vivi!!!!
Shabat Shalom estimado Rab.
Daniel Karpuj
16 h
LA LLUVIA Y MIS VARIAS ALMAS
Cuando llueve, mi alma infantil recupera la memoria.
Los charcos de la niñez.
Los barquitos de papel que desaparecían calle abajo, entre las olas de un mar imaginario.
Las gotas, cayendo lentas y perezosas, observándome desde la ventana de mi habitación infantil.
El miedo nocturno a los rayos y los relámpagos, que ni siquiera la gruesa frazada alcanzaba a menguar.
El aire fresco de la mañana siguiente, húmedo, reconquistado y cristalino.
*
Cuando llueve, mi alma de extranjero recupera la memoria.
Las esquinas ventosas y turbulentas de Jerusalén.
La inutilidad de los paraguas, batallando contra un viento excesivo.
Las caminatas bajo la lluvia, lejos, por otras geografías, muy lejos de mi habitación infantil.
Las gotas sobre las ventanas de mis ojos, tal vez de lluvia, tal vez de nostalgia.
*
Cuando llueve, mi alma de viajero recupera la memoria.
Los bares grises y antiguos de ciudades europeas, y esa necesidad vital de escribir, siempre observando llover por la ventana.
El ruido del aguacero durante noches cansadas, intentando dormir algunas horas en un cuarto de hotel gastado.
Las veredas baldeadas, los zapatos empapados, y algunas señoras barriendo un puñado de hojas muertas.
*
Pero esta mañana nació mi alma de abuelo.
Hoy mi nieto me avisó que acababa de calzarse sus botas nuevas.
Las que compramos el otro día, después de comer una pizza.
Sus primeras botas.
Azules.
Y la alegría y la ingenuidad de su voz redimieron, en un instante, a mi alma infantil, a mi alma de extranjero y a mi alma de viajero.
Gracias a la Vida.

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