lunes, 26 de diciembre de 2016

**Séptimo Día Del Quinto Mes**

Suelo recordarte, sin pensar en los tantos años transcurridos, pero no
con frecuencia; hasta me parece que me he acostumbrado a tu ausencia,
o quizás me he resignado por haberte perdido y las lágrimas, en mis ojos,
se han secado, o tal vez mi corazón, con los años, ya no duele como ayer.
¡Séptimo día del quinto mes!
Año tras año vuelvo a festejar tu cumpleaños y como regalo ese día sólo
brindo por ti. Temprano, a la mañana, comienzo con mi brindis en honor
a tus años, que vuelves a cumplir. Y brindo para que mantengas fresca tu
memoria, para que leas mis escritos, que confirman que nunca te he olvidado.
Y de alguna manera deseo transmitirte mis brindis en simples poesías de mi
enamorado corazón.
¡Séptimo día del quinto mes!
El alcohol insita mis sentimientos, trayendo a hoy las acciones de ayer; éramos
jóvenes, jugábamos con nuestros sueños, renegábamos de la realidad; la misma
que castigó nuestro olvido. Con mano temblorosa levanto, nuevamente, mi copa
y espero, pacientemente, que el alcohol haga su efecto obnubilando mi mente.
¡Séptimo día del quinto mes!
 Estoy mareado, mis pensamientos claman descanso, llaman al sueño del bebedor,
 comienzo a perder la conciencia, con un último brindis, por tu cumpleaños, tiro
la copa, sierro los ojos y con un suspiro entro en  sueño hasta el próximo séptimo
día del quinto mes…
Mario Beer-Sheva


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