El 25 se celebra Janucá, la fiesta de las luces y los milagros
A partir de la víspera del 25 de diciembre del 2016, al finalizar el día de Shabat hasta el domingo 1 de enero del 2017 Israel y la comunidad judía de todo el mundo celebra la festividad de Janucá
¿Qué celebramos en Janucá?
En el año 333 a.e.c., el Emperador Alejandro Magno de Grecia conquistó Judea (hoy Israel) a los Persas.
Los judíos lo recibieron como un libertador, sin embargo a su muerte el Imperio se dividió entre sus generales y luego de algunos cambios los Seleucidas gobernaron Judea.
El imperio se extendió desde Turquía hasta Israel, queriendo unificar el reino a través de la religión, obligando a los judíos a aceptar a sus dioses, colocar estatuas en sus templos, prohibiéndoles profesar libremente su fe y prácticas como la circuncisión; casamientos; el estudio y lectura pública de la Torá; la celebración de las festividades y demás.
Dichas políticas conllevaban a que aquel judío que no acataban las órdenes del emperador griego era condenado a la muerte junto a su familia. Es así que muchos judíos se asimilaron aceptando las imposiciones de los griegos, en parte a la fuerza y en otras ocasiones tentados por todo lo nuevo que traía esta cultura.
Sin embargo hubieron muchos judíos que se negaron a aceptar al enemigo conquistador y optaron por salir a luchar aún a sabiendas que se enfrentaban al imperio más poderoso de la época y que las chances de vencer eran mínimas. A la cabeza de los rebeldes se encontraba Matitiahu y sus hijos, uno de los cuales fue Yehuda, también llamado Macabi, que significa Mi Camoja Baelohim Adonai: Quién Te iguala oh Señor.
La familia de Matitiahu vivía en la aldea de Modiin, cerca de Jerusalem. Una vez se acercó a la aldea un grupo de soldados con la orden de colocar una estatua del emperador Antíoco Epifanes y obligar al pueblo a arrodillarse frente a dicha estatua. Todos se negaron hasta que uno aceptó.
Al acercarse este hombre a la estatua para arrodillarse, Matitiahu lo apuñaló y junto a sus hijos mataron a los soldados griegos, dando inicio a la revuelta.
En el año 163 a.e.c., Jerusalem fue liberada de manos de los griegos; ingresaron al Templo, el cual había sido profanado e impurificado, con el fin de volver a purificarlo y al entrar encontraron un cacharro con el sello del Sumo Sacerdote el cual contenía aceite puro para poder encender la Menorah (candelabro de 7 brazos) el cual solo alcanzaría para un solo día, hasta que podía procesar un nuevo aceite.
De todas formas encendieron el candelabro y esa lámpara con aceite en lugar de durar un solo día duro ocho. En recuerdo al milagro del aceite y al triunfo de los Macabeos festejamos Janucá.
¿Qué significa la palabra Janucá?
1) “Inauguración”, puesto que el Templo fue purificado y reinaugurado su servicio luego de su profanación.
2) La palabra hebrea Janucá la podemos dividir en dos: Janu/ ca. “Janu” quiere decir descansaron y “ca”, es 25 ya que en el hebrea las letras tienen un valor numérico y “ca” vale 25.
Enseñándonos que el día 25 de Kislev (mes del calendario hebreo) el pueblo de Israel descansó del asedio griego.
¿Cómo festejamos Janucá?
Costumbres y tradiciones
• Todas las noches, a partir del 25 de Kislev encendemos la Janukiá (candelabro de 8 brazos + un noveno) al anochecer en nuestros hogares. El primer día se enciende una vela, el segunda dos y así hasta llegar al octavo día.
• Las velas se colocan de derecha a izquierda y se encienden de izquierda a derecha siempre comenzando por la del día.
• El encendido se hace con la vela novena o servidora llamada “Shamash”.
• Las velas una vez encendida deben durar mínimamente media hora y durante ese tiempo no podemos hacer ninguna labor, sino observar su luz o jugar al Sevivon (perinola)
• Debe estar toda la familia presente en el encendido de las velas.
• Las mujeres son las que cumplen con el precepto del encendido de las velas de janucá, ya que ellas también fueron parte del milagro.
• En un hogar se pueden encender más de una janukiá y aún los niños pueden encender la suya propia.
• La misma se coloca en la entrada de la casa o en una ventana que dé al exterior ya que debemos promulgar el milagro de janucá hacia afuera.
• Lo ideal es encender las luminarias con aceite de oliva o si no con velas.
• Tenemos tiempo durante toda la noche para encender las velas, pero debemos hacerlo preferentemente lo antes posible para no olvidarnos de su encendido.
• Se acostumbra a dar regalos a los niños o entregar dinero.
• Se juega a la perinola (Sevivon) que lleva cuatro letras: N (nes) G (gadol) H (haia) Sh (sham), que quiere decir: Un gran milagro ocurrió allí.
• Se comen comidas a base de frituras como ser las “Sufganiot” (bolas de masa rellenas con crema o dulce)
Por ende Janucá es en letras mayores la fiesta de los “milagros” donde la luz triunfa sobre la oscuridad; en los que los débiles triunfan sobre los fuertes, teniendo fe en D-s. y en la cual debemos fortalecer nuestra identidad judía contra aquellos que se niegan a que vivamos libremente como judíos.
Jag Hurim Sameaj!!!
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