viernes, 2 de diciembre de 2016

Toldot(Génesis 25:19-28:9)


El hombre y su lugar

Hubo hambruna en la tierra, además de la primera hambruna que hubo en los días de Abraham, e Itzjak fue con Abimélej, rey de los plishtim, a Guerar. Hashem se le apareció y le dijo: “No desciendas a Egipto, reside en la tierra que yo te diga. Habita en esta tierra y yo estaré contigo y te bendeciré...””. (Génesis 26:1-3)
Pregunta:
Si bien la idea de descender a Egipto quizás no era la mejor de las ideas, vemos que cuando hubo una hambruna en la época de Abraham, él sí descendió a Egipto (Génesis 12:10). Y no sólo eso, sino que en el caso de Abraham, Dios mismo envió la hambruna para que él descendiera a Egipto, de hecho, el propósito de la hambruna fue ponerlo a prueba a ver si ponía en entredicho las palabras de Dios, que primero le había ordenado ir a la tierra de Canaan y ahora lo forzaba a salir de ella con la hambruna (ver Rashi, comentario a Génesis 12:10) ¿Cuál es la diferencia entonces entre Abraham e Itzjak? ¿Por qué Dios no quiso que Itzjak descendiera a Egipto así como lo había hecho su padre?
Respuesta:
Nuestros comentaristas explican que si bien Abraham había descendido a la tierra de Egipto, en el caso de Itzjak, la realidad era completamente diferente. Cuando Itzjak quiso descender a la tierra de Egipto, Dios le dijo “No desciendas a Egipto ya que tú eres como una ofrenda de ascensión (olá) sin defecto, y estar fuera de la tierra de Israel no es espiritualmente adecuado para ti” (ver Rashi, comentario a Génesis 26:2)
La explicación de esto es que cuando Itzjak fue colocado en el altar al momento de la Akedá, él se transformó en el equivalente a una ofrenda de ascensión (olá), una ofrenda que se quema por completo en el altar. Ahora bien, la halajá en relación a este tipo de ofrendas es que una ofrenda olá no puede ser removida del patio del Templo. De la misma manera, Itzjak, que era el equivalente a una ofrenda olá, no podía salir de la tierra de Israel, ya que la tierra de Israel era considerada como la azará (patio del Templo) en relación a él, y una ofrenda olá que es removida de la azará queda descalificada y prohibida para siempre. (ver Mizraji)
Vemos de acá que existe una relación directa entre 'la persona' y 'el entorno en el que vive'. En este caso en particular, la Torá habla acerca de la relación que había entre Itzjak y la tierra de Israel, y del problema que habría existido si es que él hubiera abandonado esta tierra.
Así mismo nosotros tenemos que saber que si bien no somos “absolutamente perfectos” como una ofrenda olá, de todas maneras nuestro entorno ejerce una enorme influencia sobre nosotros. Y tenemos que saber que si queremos crecer espiritualmente, hay lugares que son mejores que otros para alcanzar este objetivo.

Fuentes: Rashi, comentario a Génesis 26:2; Mizraji, comentario a Rashi ad Loc.

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