REFLEXIONES SOBRE LA MODA Y LA ETERNIDAD
Dicen que los zapatos pasan de moda.
Lo mismo que los pantalones, las camisas y hasta el peinado.
¿También las personas pasamos de moda?
Pregunto más:
¿Morirse es pasar de moda?
Porque dentro o fuera de la moda, esta noche daría cualquier cosa por conversar un rato con mi padre, seguramente sobre temas pasados de moda.
Tal vez sobre mi niñez, que muy poco recuerdo; tal vez sobre su vejez, que casi no alcanzó a vivir; tal vez sobre sus últimos pensamientos, cuando notó los primeros y últimos dolores en su pecho.
Pero ya no puedo hacerlo.
Ya no puedo hacerlo, aunque sienta concretamente su mano, apoyada sobre mi hombro, al escribir estas líneas nostálgicas y rezongonas.
Y casi, seguramente, pasadas de moda.
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