domingo, 3 de marzo de 2024

 Había un niño en Bené Berak (barrio ultraortodoxo en Jerusalén), que se tragó una moneda.

El padre salió corriendo velozmente a la casa del Jazón Ish, desesperado para escuchar sus directivas.
El Jazón Ish observó al padre y al hijo, y luego dijo:
“El Rab Ponevezher es un experto en sacar dinero de lugares donde otros fracasan, deben acudir a él y pedirle ayuda”.
Las personas que se hallaban alrededor estallaron en una carcajada, y el niño al observarlos también comenzó a reírse.
Momentos después el pequeño regurgitó y expulsó la moneda.
La alegría es efectiva, da resultado.
El Jazón Ish estaba apelando a aquella fuerza, a aquel poder, a la dimensión de la alegría que le permite a la persona acceder a la bendición Celestial con una sonrisa.
En este punto, el Reb Emimelej agrega una observación propia a lo ocurrido:
“El Jazón Ish hizo una broma que los adultos captaron, pero puedes estar seguro de que el niño no la entendió; no era un chiste que un chico pudiera apreciar, así que lo
probable es que el niño solo se rio por la situación”.
“Entonces ¿qué aprendemos aquí?
Simplemente que reírte, aunque no entiendas la broma, también es bueno. Inclusive si la alegría se escapa de tu vida, si no la sientes todo el tiempo, aun así ¡reírte y sonreírte es algo bueno!
Este mes de Adar es el mes de la alegría, el momento oportuno para aprender como reír nuevamente”.
Página Judía.
Puede ser una imagen de dinero

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