lunes, 15 de abril de 2024

DEL WALL STREET JOURNAL

 

Traducido por Marcela Lubczanski

La disuasión de Estados Unidos falla nuevamente, cuando Teherán muestra que está dispuesto a asumir más riesgos escalatorios mientras Biden trata de restringir a Israel.



Por la Junta Editorial 
Abril 14, 2024



El ataque con drones y misiles de Irán contra Israel el sábado a la noche entrando en el domingo es un acto abierto de agresión, pero no es el inicio de este conflicto. Es una escalada de la guerra que Irán ha estado librando contra Israel durante meses a través de sus satélites meso-orientales. La diferencia ahora es que el rostro imperialista de Irán está al descubierto en lugar de en las sombras, y eso podría cambiar los cálculos en Washington en particular.

El líder supremo Ali Khamenei y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica han sido los maestros titiriteros de la violencia en el Medio Oriente, los mejores para evitar la culpabilidad directa. El ataque de Israel el 1º de abril contra generales del CGRI en Siria, en respuesta a los ataques indirectos de Irán contra Israel, fue evidentemente más de lo que los mulahs podían tolerar. El ataque del fin de semana fue fiel a su publicidad al fin, y es una señal siniestra que Irán está dispuesto a asumir nuevos riesgos escalatorios.

Debería también ser clarificador para los líderes occidentales acerca de las intenciones malévolas de Irán. Miles de ciudadanos estadounidenses viven en Israel y podrían haber sido víctimas. El bombardeo de Irán no fue discriminado o estuvo limitado a objetivos militares, a diferencia del ataque de precisión de Israel que mató a los generales del CGRI.

El hecho que la mayoría de los drones y misiles fueran interceptados es un alivio, pero no es tranquilizador contra futuros ataques en enjambre. Las defensas aéreas israelíes fueron un éxito espectacular, asistidas por activos de EE.UU., Reino Unido, Jordania, y tal vez otros. ¿Pero qué sucede si el próximo ataque llega todo a la vez desde Hezbollah en Líbano y Siria tanto como desde Irán?

Este es otro caso de disuasión estadounidense fallida. El presidente Biden había advertido a Irán que no ataque después que los servicios de inteligencia estadounidenses detectaron señales de preparativos en Teherán. “No lo hagan,” dijo el Sr. Biden. Pero como Vladimir Putin en Ucrania, Irán siguió adelante de todas formas, sin dudas confiado en que el Sr. Biden no respondería militarmente. Y efectivamente, el domingo se dice que su mensaje principal en una llamada al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu el sábado fue que no contraataque.

Las teorías de la Casa Blanca de manejo de la escalada no funcionan contra un régimen que piensa que un presidente estadounidense teme a la escalada más de lo que Irán la teme. La restricción estadounidense desde la masacre del 7 de octubre ha alentado a Teherán a ver en cuanto más puede salirse con la suya.

El ataque contra Israel también subraya el fracaso de la política del Sr. Biden hacia Irán. El trató de apaciguar a los mulahs aliviando las sanciones, liberando decenas de miles de millones en fondos congelados, y tratando de renegociar al acuerdo nuclear del 2015. Irán espió la debilidad y ha movilizado sus fuerzas satélites contra Israel, tropas de EE.UU. en Siria e Irak, naves comerciales en el Mar Rojo. Estados Unidos ha respondido con operativos de bombardeo pequeños, y ahora Irán está escalando nuevamente.

Imaginen cómo se comportaría Irán si adquiere armas nucleares. Como mínimo, un Teherán con armas nucleares estaría menos restringido en sus guerras indirectas y terrorismo. Es también un régiman mesiánico inclinado a difundir la revolución chií. Tal régimen podría estar demasiado dispuesto a arriesgar el Armagedón para destruir al estado judío.

“Tomen la victoria,” dijo e Sr. Biden al Sr. Netanyahu, según se informa. ¿Pero es una victoria si Irán puede atacar directamente a Israel sin consecuencias? Israel no debería tener que esperar en una agachada defensiva hasta que Irán decida atacar nuevamente. Israel está justificada en atacar los activos de Irán, incluidos los objetivos militares en Irán.

Israel sin dudas está considerando si destruir tanta de la capacidad nuclear de Irán como sea posible y dilatar un avance nuclear. Pero los riesgos para Israel son considerables sin apoyo de EE.UU., especialmente sin las bombas revienta-búnkeres para atacar sitios bajo tierra donde es almacenado el uranio enriquecido. Esto significa que Irán nuevamente controla cuando y como escalar.

El ataque debería al menos causar que el Sr. Biden y sus colegas demócratas pongan fin a su guerra fría con Israel por Gaza y reconozcan que esta es realmente una guerra contra Irán. Las amenazas demócratas vocales contra Israel probablemente dieron a Irán más confianza en que podía atacar sin consecuencias. Apaciguar a la izquierda amenazando con cortar las armas a Israel es una traición e invitará a más escalada iraní.

Esta es una oportunidad para Donald Trump también. Su respuesta el sábado a la noche fue decir que nuestro país es débil y esto no habría sucedido si él fuera presidente. Pero sucedió, y el Sr. Trump heredaría el desastre si gana en noviembre. El debería dar de baja su propia ambivalencia hacia Israel y declarar su apoyo indiviso.

Los líderes en ambos partidos deberían también empezar a decir la verdad a los estadounidenses sobre el nuevo mundo de las amenazas globales. Rusia, China, Irán y Corea del Norte están todos en marcha y trabajando juntos. Eso no cambiará mágicamente si gana el Sr. Trump. Estados Unidos necesita un programa urgente de rearme para restaurar la disuasión. El ataque del sábado no será el último contra nuestros aliados o la patria estadounidense.

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