Del New York Post

 EL LIDER SUPREMO DE IRAN, FACILITADOR DEL TERRORISMO, SOLO ABRE LA PUERTA PARA QUE ISRAEL CONTRAATAQUE DURO

TRADUIIDO POR Marcela Lubczanski

Abril 14, 2024

Por Mark Dubowitz y Behnam Ben Taleblu

Después de años de usar a sus satélites terroristas para atacar a los israelíes, el líder supremo de la República Islámica de Irán, Ali Khamenei, lanzó un ataque directo el sábado contra el estado judío. Más de 200 drones kamikaze, drones usados como armas y misiles balísticos y crucero fueron disparados desde suelo iraní tanto como desde satélites en Siria, Irak y Yemen, mientras Israel y Estados Unidos movilizaron activos militares para interceptarlos antes que ataquen sus objetivos. 

Para el lider supremo normalmente cauto de Irán, este fue un paso arriesgado. Cruzando una línea roja de un ataque directo contra Israel desde suelo iraní, el abrió la puerta para que Jerusalén contraataque duramente. 

Los objetivos potenciales incluyen al liderazgo y activos militares dentro de Irán, refinerías de petróleo, que son la línea de vida de su régimen, y su programa de armas nucleares en rápida expansión.

Khamenei puede haber pensado que tenía pocas opciones. En una osada operación el 1º de abril, la Fuerza Aérea de Israel mató al General Mohammad Reza Zahedi del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, quien desempeñó un rol central en la planificación y ejecución del ataque de Hamas, el satélite iraní, del 7 de octubre. Ese ataque salvaje mató a 1,200 israelíes y extranjeros, incluidos más de 30 estadounidenses, y llevó al secuestro de más de 240 rehenes. La F.A.I. mató a Zahedi, otro prominente general del CGRI y a otros cinco comandantes del CGRI que estaban planificando operaciones en un edificio de la Fuerza Quds del CGRI adyacente al consulado de Irán en Damasco, Siria.

TERRORISTAS ENTRENADOS

Zahedi era un pez gordo. El lideró las operaciones del CGRI desde Siria y, como el principal contacto iraní con el Hezbollah libanés, había ayudado a armar y entrenar al ejército terrorista más peligroso de Irán. 

Hezbollah ha estado intercambiando fuego con las Fuerzas de Defensa de Israel durante los últimos seis meses y posee más de 175,000 misiles, cohetes y morteros incluidas municiones letales guiadas por precisión que podrían hacer daño devastador a la infraestructura civil israelí. 

No por nada Israel vio la eliminación de Zahedi como la más consecuencial desde que la administración Trump—con información detallada proporcionada por la agencia de espías Mossad de Israel—mató a Qassem Soleimani, el temido comandante de la Fuerza Quds del CGRI, quien había librado la guerra contra Estados Unidos e Israel durante décadas. 

Khamenei no prestó atención a la advertencia del viernes del Presidente Biden, quien dijo a los iraníes "No!" cuando se le preguntó cuál sería su respuesta ante un ataque iraní. El presidente había enviado al General Michael Kurilla del Comando Central de Estados Unidos para reunirse con sus homólogos en las FDI y envió un buque de guerra estadounidense al Mar Rojo. Nada de esto pareció suficiente para disuadir un ataque iraní, aunque puede haber mitigado su severidad. 

Ahora la administración Biden debe hacer más para proporcionar a Israel apoyo en defensa misilística balística cuando las dos fuerzas han practicado durante décadas. Washington debería también proporcionar todos los suministros militares que necesitan las FDI para responder a esta agresión y apoyo político inquebrantable para ver a Israel durante esta época crucial. 

El apoyo vacilante de Biden para Israel en su guerra contra Hamas, y la amenaza de docenas de miembros demócratas del Congreso de cortar el apoyo militar, seguramente envalentonaron a Khamenei. 

Israel es una potencia militar formidable con extensos activos militares. Tiene un sistema de defensa aérea de múltiples capas que puede derribar drones y misiles crucero y balísticos. Pero las FDI no pueden sólo jugar a la defensiva. Estarán bajo presión para responder directamente a la agresión iraní con sus poderosas capacidades aérea, naval y cibernética. Si no, esto podría normalizar los ataques directos iraníes contra Israel. Esta puede ser también una oportunidad para atacar activos conectados con el programa de armas nucleares de Irán que se expande rápidamente. 

La República Islámica ha estado en guerra con Israel durante décadas. Pero el líder supremo de Irán ahora ha cruzado una línea roja israelí que puede llegar a lamentar.