RECUERDALOS EN EL SEDER DE PESAJ.
¿Qué se desearon el uno para el otro en la mesa del Seder de Pesaj?
Cuando existe una vida tranquila fuera de las puertas del gueto, cuando hay una estrella de seis puntas cosida en la ropa, cuando las raciones de alimentos están disminuyendo, y los trenes que llevan a las personas a los campos de concentración de la muerte ya son visibles en el horizonte, en el estrecho espacio del gueto era necesario sobrevivir de alguna manera, apoyarse unos a otros y, lo más importante, seguir siendo humanos bajo cualquier circunstancia.
- El rabino Szymon Hooverbend, del gueto de Varsovia, escribió que durante todo el invierno de 1941 la comunidad estaba preocupada de si podrían preparar matzá para Pesaj. Ya en vísperas de la festividad, quedó claro que sería imposible realizar una cocción masiva organizada de matzá para poder emitirla en tarjetas alimentarias.
- Pero había matzá, e incluso una matzá especial, que se acepta en el Seder de Pesaj.
- Los rabinos hicieron kosher los hornos, y la gente horneó matzá.
- Porque asi lo hicieron sus padres, y sus abuelos, y los padres de sus abuelos también…
Y hubo un “Seder de Pesaj” en el gueto de Varsovia y en otros guetos de Europa.
- Y la gente bebio vino, se bendijo y se deseó. Qué se podía desear en aquellos días...? Probablemente, no perder la esperanza, que es lo último en morir.
Se conservaron fotografías de la celebración de la Pascua de los años de la guerra, y se convirtieron en exhibiciones del Museo del Holocausto y el Heroísmo de Yad Vashem.
Todavía estaban vivos en ese seder de Pesaj...
Y en las mesas habían velas encendidas que calentaban el alma.
Autor: L. Gorodetskaya
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