domingo, 29 de septiembre de 2024

De al-Arabiya News

 LA SUPERIORIDAD TECNOLOGICA DE ISRAEL DESDE 1967

Estas guerras continuarán sin un resultado decisivo porque una parte está trabajando de forma diligente para desarrollar sus capacidades, mientras que la otra parte está arraigada en creencias metafísicas y no coloca ningún valor en la pérdida de vidas humanas.


Por Abdulrahman al-Rashed

Septiembre, 2024


TRADUCIDO POR Marcela Lubczanski

Cuando se le preguntó al fallecido presidente egipcio Gamal Abdel Nasser por qué fue derrotado en la guerra de 1967, él dijo que fue debido a "la superioridad aérea de Israel sobre nosotros." Ese es el motivo por el que nos combatió (a Egipto, Siria y Jordania) simultáneamente. Cuando un periodista respondió, "Pero Egipto también tiene una gran flota de aviones de combate" En la época, Egipto tenía 420 aviones de combate, incluido el MiG-21 superior. Nasser respondió, "Ellos tienen más pilotos que Egipto, tres pilotos israelíes por cada avión de combate, queriendo significar que ellos pueden volar el mismo avión muchas veces al día." Su justificación fue correcta, pero la superioridad israelí no estuvo basada en adquirir aviones avanzados; se derivó de desarrollar la institución militar israelí entera y las instituciones de apoyo, que estuvieron basadas en programas altamente avanzados.

Más de 4,000 personas resultaron muertas o heridas en dos operativos técnicos sofisticados llevados a cabo por Israel contra Hezbola, usando buscapersonas y walkie-talkies. Estamos en la era de las guerras tecnológicas, no las guerras de bravura, y el concepto del conflicto es "civilizacional," no histórico. Teléfonos, otros dispositivos de comunicación, computadoras, televisiones, coches eléctricos, y drones, son todos armas potenciales. Un coche como Tesla, armado con ocho cámaras, podría ser hackeado por alguien que pueda monitorear a todos adentro y afuera del coche e incluso hackearlo desde un país distante, convirtiéndolo en un arma.

Usar teléfonos inalámbricos y buscapersonas como herramientas para matar amplía la brecha y hace imposible ganar conflictos a través de medios militares. Abdel Nasser se quejó sobre la superioridad israelí hace medio siglo, y hoy la brecha se ha duplicado, haciendo la idea de cambio a través de la fuerza armada casi imposible, si no ingenua.

A lo largo de la historia, la tecnología ha desempeñado un rol decisivo en las guerras y en la superioridad de un imperio sobre el otro. Los mongoles diseñaron arcos compuestos que permitieron a sus caballerías disparar flechas con precisión y continuamente mientras estaban sobre el lomo del caballo, permitiéndoles conquistar la mitad del mundo a una velocidad sin precedentes. Los árabes cruzaron continentes después de desarrollar armas incendiarias químicas a partir de alquitrán. De igual manera, los otomanos sobresalieron inventando cañones masivos que les permitieron demoler fortalezas formidables como Constantinopla. Inglaterra, una pequeña isla distante, conquistó el mundo utilizando la tecnología de cañones montados sobre buques que podían destruir fortalezas desde el mar, construyendo buques blindados, y extendiendo ferrocarriles que aceleraron el transporte de suministros y soldados. No podemos olvidar la bomba nuclear, el pináculo del intelecto humano en destrucción, la que terminó de forma decisiva la Segunda Guerra Mundial en favor de Estaos Unidos y sus aliados, y sus efectos todavía resuenan hoy.

La superioridad científica es la clave para las victorias humanas, y el desarrollo de maquinaria de guerra es un resultado directo del avance de las instituciones y la sociedad.

Lo que hace superior a Israel es su foco en el intelecto en el campo de la tecnología, el cual le ha otorgado sus victorias contínuas hasta este día tanto en la paz como en la guerra y la ha distinguido económicamente a pesar del tamaño pequeño de sus mercados.

Israel avanza en los campos de ciberseguridad, fabricación militar, inteligencia artificial, vehículos autónomos, tecnología médica, y tecnología en irrigación y agrícola.

En cuanto a Hezbola, como Irán, su fuerza radica en su voluntad de sacrificar a sus combatientes, tanto como en reclutar a combatientes económicos de Líbano, Irak, Afganistán, y Yemen, y adaptar armas clonadas de Rusia y China, nombrándolas como "Mártir," "Conquistador," "Al-Qassam," y "Al-Zalzalah." Como Al-Qaeda, el partido se basa en la bravura y preparación ideológica para el sacrificio. Pero incluso esta estrategia es ineficaz en las guerras modernas, como destacó un analista sobre la conmoción y fuertes bajas dentro de las filas de Hezbola debido a la detonación de buscapersonas con trampas para bobos por parte de la inteligencia israelí: "No puedes combatir la tecnología con ideología." Todos los muertos de ambos lados, Hezbola e Israel, creen que van a ir al cielo, pero lo mas importante en las guerras es quien gana.

Estas guerras continuarán sin un resultado decisivo porque una parte está trabajando diligentemente para desarrollar sus capacidades y usando su guerra con sus adversarios como un campo para la experimentación,  mientras la otra parte está arraigada en creencias metafísicas y no coloca ningún valor sobre la pérdida de vidas humanas.

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