lunes, 30 de septiembre de 2024

 

La Creencia de los 36 Justos – Lamed-Vavnikim

"Ha Nistarim"
Existe una antigua creencia judía de que cada generación tiene 36 individuos justos vivos, tzadikim, y debido a sus méritos, el mundo continúa existiendo.
  • Si hubiera menos, el mundo se derrumbaría.
  • Estas personas son conocidas como "lamed vav tzadikkim", los 36 individuos justos, también conocidos coloquialmente como "lamed-vavnikim".
  • La suma del valor numérico de las dos letras hebreas, lamed y vav, es 36.
El libro de Proverbios proporciona una fuente antigua para la creencia de que el hombre justo es la base de la existencia del mundo:
  • "Cuando pasa el viento de la tormenta, los impíos ya no existen, pero los justos son un fundamento eterno".
Esto significa que el justo se sostiene a sí mismo y sostiene al mundo, así como los cimientos de un edificio lo sostienen.
El origen de esta creencia, que se encuentra en el Talmud babilónico, se expresa de la siguiente manera:
  • "Hay no menos de 36 hombres justos en el mundo que reciben la Presencia Divina".
Este número se ha dado a conocer en la ficción y el folclore, especialmente en la Cábala y en las leyendas cḥasídicas.
El número 36 también corresponde a los 6 días de la creación y a los 30 días de un mes promedio.
También corresponde a las 36 velas encendidas durante Janucá.
  • La idea puede haber sido sugerida por la famosa historia de la Torá sobre Sodoma, en la que Abraham discutió con D/os para salvar a la ciudad impía. D/os estuvo de acuerdo, si podian ser encontrados alli diez individuos justos.
  • Abraham ganó la discusión, pero perdió la pelea; Sodoma fue destruida, aparentemente porque el mínimo de diez individuos justos, no pudo ser encontrado.
Este es el lado oscuro de la historia de los treinta y seis: es el mínimo, y a veces el mundo puede no contener treinta y seis individuos justos.
  • En el folklore cabalístico posterior, los treinta y seis ocultos tienen el potencial de salvar el mundo, aparecen cuando se les necesita, y uno de ellos puede ser el Mesías.
  • Llegan en momentos de gran peligro, sacados de su anonimato y humildad por la necesidad de salvar el mundo. Porque pueden y porque los necesitamos.
Los judíos comenzamos a familiarizarnos con ellos refiriéndonos a ellos en yiddish como los "lamed vov-nikim" y los vemos por doquier en los actos anónimos de buenas personas que realizan grandes hazañas en circunstancias difíciles.
  • Y dado que uno de los treinta y seis anónimos, podría ser el Mesías, deberíamos tratar a los extraños con amabilidad ante la posibilidad de que él o ella pudieran ser el Mesías.
  • La tradición judía sostiene que sus identidades son desconocidas entre sí, y que si uno de ellos llegara a darse cuenta de su verdadero propósito, nunca lo admitiría:
Los Lamed-Vav Tzadikim también son llamados Nistarim ("los ocultos").
  • En nuestros cuentos populares, emergen de su ocultamiento autoimpuesto y, por los poderes místicos que poseen, logran evitar las amenazas de desastre de un pueblo perseguido por los enemigos que los rodean.
Regresan al anonimato tan pronto como su tarea está cumplida, "escondiéndose" una vez más en la comunidad judía.
Dispersos como están por toda la diáspora, no se conocen entre sí.
  • En raras ocasiones, uno de ellos es "descubierto" por accidente, en cuyo caso el secreto de su identidad no debe ser revelado.
  • Los lamed-vavnikim no saben que son uno de los 36.
De hecho, la tradición dice que si una persona afirma ser uno de los 36, eso es una prueba positiva de que ciertamente no lo es, puesto que cada uno de los 36 es ejemplo de humildad, tener tal virtud impediría que la autoproclamación estuviera entre los justos especiales.
  • Los 36 son simplemente demasiado humildes para creer que son uno de los 36.
La tradición lamed-vavnik es una creencia ashquenazí y está presente en la literatura cabalística del siglo XVI y en las leyendas cḥasídicas de finales del siglo XVIII.
Hay dos libros cabalísticos del siglo XVIII cuyos autores, el Rabino Nieto de Szinawa y el Rabino Eisik, un shohet (carnicero según la tradición kosher) de Przemysl, fueron descritos como lamed-vavnikim.
  • Los jasídicos reconocen dos categorías de tzadikim: los que trabajan a la vista y los ocultos que pertenecen a un orden superior de hombres.
  • Las historias de los lamed-vavnikim circulan ampliamente, especialmente en la literatura cḥasídica.
El célebre filósofo y erudito jasídico, Martin Buber, también introdujo el lamed-vavnik en algunos de sus escritos.
Algunos cuentos jasídicos enfatizan el papel del tzadik detrás de una fachada tosca o grosera, un tema también utilizado en algunas historias del Baal Shem Tov.
  • Aparentemente, esto era para hacer creer a la gente que un alma noble puede vivir dentro de cada hombre, y que uno no debe sacar conclusiones de las apariencias.
  • Escritores prominentes, desde el rabino Najman de Bratslav en el siglo XVIII hasta escritores del siglo XX de la talla de S.Y. Agnon y Elie Wiesel se han sentido atraídos por el tema.
Puesto que nadie sabe quiénes son los 36 Justos, ni siquiera ellos mismos, todo judío debe honrar y respetar a todas las personas sencillas, honestas y desinteresadas, y trabajar.
Cientista Politico y Analista Comunitario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.