DEL WSJ

 DE RUSIA A LOS HUZIES CON AMOR

Crece la amenaza para la navegación global bajo la mirada de Biden.

Por la Junta Editorial

Septiembre 25, 2024

TRADUCIDO POR Marcela Lubczanski

El Presidente Biden dedicó su discurso de despedida en las Naciones Unidas el martes a las virtudes de la diplomacia y a celebrar su trabajo en nombre de la democracia global. Fue imposible escuchar sus palabras y no preguntarse en qué mundo está viviendo él. Ciertamente no es en el real de desorden creciente, y la última prueba es la noticia que Irán está ayudando a negociar la entrega de misiles antibuque rusos a los huzíes en Yemen.

Reuters informó esta semana que Irán se está involucrando en conversaciones secretas para ayudar a los huzíes a obtener misiles Yakhont, conocidos como Oniks P-800, de Moscú. Estos ayudarían al grupo terrorista a atacar con más precisión a los buques comerciales en el Mar Rojo, complementando el gran inventario de misiles balísticos y crucero que el grupo ha desplegado de Irán.

El Journal informó anteriormente este año que el Kremlin estaba considerando un envío de misiles antibuques en represalia por la decisión estadounidense de permitir que Ucrania use armas suministradas por Estados Unidos para atacar dentro de territorio ruso.

Las noticias destacan el fracaso absoluto de la disuasión estadounidense contra los huzíes e Irán. Los huzíes siguen disparando a buques mercantes en el Mar Rojo, incluso cisternas transportando petróleo que podría derramarse dentro del océano. La administración Biden hizo un espectáculo de ensamblar una coalición llamada Operación Guardián de la Prosperidad para defender las vías de navegación.

Pero en la práctica Estados Unidos ha respondido con el equivalente militar de cartas redactadas fuertemente—ataques con misiles chicos contra los lanzadores huzíes que no hacen daño duradero a la capacidad del grupo de mantener rehén a la navegación. La administración temía que una respuesta más enérgica llevaría a una guerra regional. La ironía es que la pasividad de EE.UU. ahora ha llevado a un conflicto regional creciente.

La cooperación entre Irán y Rusia pone de relieve la extensión en la cual estas potencias regionales se están volviendo una amenaza global. China, Rusia, Irán y Corea del Norte están trabajando como un eje de facto, armando y ayudándose entre sí para amenazar a sus vecinos y difundir violencia. La OTAN ha llamado a China un "facilitador decisivo" de la guerra de Rusia en Ucrania, y Rusia está ayudando a Irán a sembrar caos en el Medio Oriente.

Este es el verdadero legado de política exterior del Presidente Biden, en lugar de su visión de sol y chupetines que "el centro ha sostenido" contra esta amenaza. El desorden está aumentando. Ninguno de los dos candidatos presidenciales ha ofrecido al público estadounidense una visión realista de cómo lidiar con esta nueva realidad. Los vándalos seguirán marchando hasta que Estados Unidos despierte.