lunes, 30 de septiembre de 2024

 El mensaje del shofar que le habla a nuestra alma.

Un hombre en coma despertó después de escuchar el sonido del shofar.
Como consecuencia de un terrible accidente, un hombre joven de mi comunidad entró en un coma prolongado que persistía a pesar de cualquier intervención médica.
Durante meses no respondió a ningún estímulo a su alrededor.
En Rosh Hashaná, el rabino del hospital que estaba visitando a los enfermos para brindarles la oportunidad de cumplir con la mitzvá de escuchar el shofar, casi pasó de largo por su habitación. ¿Qué sentido tiene?, se preguntó.
Los médicos le habían dicho al rabino: “el paciente en verdad no está aquí".
Pero tras reflexionar, el rabino decidió que incluso si la mente del paciente era incapaz de captar las notas místicas de Dios, de todas maneras el shofar quizás sí podría llegar a su alma.
A fin de cuentas, el primer hombre cobró existencia cuando Dios insufló "el aliento de vida" en la forma física de Adam, invistiéndolo con parte de Su espíritu Divino.
El alma es lo que nos define como seres "a semejanza Divina".
Inmediatamente después de oír los sonidos del shofar, los párpados del joven comenzaron a abrirse.
Sus labios comenzaron a moverse.
Lentamente, él reconoció a quienes lo rodeaban.
¿Cómo es esto posible?
La respuesta es a la vez simple y profunda.
La longitud de la onda en la que opera el shofar está en un nivel diferente que aquella en la que nos comunicamos con los oídos y la mente. Nuestra neshamá, nuestra 'alma', escucha lo que nosotros no oímos, o lo que elegimos no escuchar.
Nuestra alma está más sintonizada con la realidad que todos nuestros órganos. Nuestra alma es lo que realmente somos, porque es el vínculo más cercano que tenemos con nuestro Creador.
No es accidental que cuando hablamos de alguien que murió digamos que "expiró". La palabra expirar viene del latín ex y spiritus.
Spiritus significa 'aliento'; ex se refiere a su 'partida'.
La muerte es el momento en que el aliento original de Dios retorna a su origen.
A lo que nos referimos como muerte es la desaparición de la presencia de Dios.
El verdadero significado de la vida es reconocer que Dios es quien mantiene continuamente nuestra existencia.
Cuando reconocemos esta verdad, estamos "inspirados", in spiritus, repletos de la conciencia del aliento Divino que define nuestra relación con Dios.
La mitzvá del shofar nos muestra que hay un nivel de comunicación con lo divino que trasciende lo racional.
Demuestra que una mitzvá puede cumplir con su objetivo en tan sólo un instante, que la emoción de una nota musical puede tener más significado que un mensaje brillantemente expresado.
Quizás Aldous Huxley lo expresó mejor al decir: "Después del silencio, lo que más se acerca a expresar lo inexpresable es la música".
Los sabios del Talmud revelaron el significado de los mensajes musicales del shofar.
Sí, se los debe escuchar.
Pero también es necesario entenderlos, porque ellos transmiten algunas de las verdades más profundas de nuestras experiencias de vida.
Cada uno de los tres sonidos del shofar tiene un rol para preparar la mente y el alma de quien los escucha para el proceso espiritual que está por experimentar, y el significado teológico de nuestros constantes encuentros con Dios.
No puedo evitar creer que el joven que retornó a la vida de su coma casi fatal a través del sonido del shofar, de alguna manera logró escuchar mucho más que las simples notas musicales del shofar.
Su alma escuchó realmente el mensaje.
Mi plegaria es que este Rosh Hashaná todos logremos captar el mensaje del shofar, y que nuestras vidas finalmente pasen más allá de las notas que representan la tragedia para ser finalmente bendecidos con la tekiá guedolá, el gran sonido final de la prometida redención Divina.
Fuente: Rav Benjamín Blech / AishLatino.com
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