domingo, 29 de septiembre de 2024

DEL WSJ

 BIDEN SE ENFRENTA A LOS MOLINOS DE VIENTO DE HEZBOLA

La diplomacia ha fracasado durante 11 meses, pero el presidente propone más de ella.

Por la Junta Editorial
Septiembre 24, 2024

TRADUCIDO POR 
Marcela Lubczanski

El Presidente Biden tuvo razón en un punto en su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas el martes: "Hezbola, sin ser provocado, se unió al ataque del 7 de octubre lanzando cohetes hacia Israel." Pero cuando el prometió que "todavía es posible una solución diplomática" y "sigue siendo el único camino para la seguridad duradera," nosotros nos preguntamos adónde ha estado él durante los últimos 11 meses.
Israel entregó esos meses a la diplomacia en su frente norte, aun cuando Hezbola disparó 8,500 cohetes y obligó a 60,000 israelíes a irse de sus casas. Pero las conversaciones lideradas por Estados Unidos no llegaron a ninguna parte mientras el Sr. Biden presionaba a Israel a no atacar a Hezbola muy duro y permitía que miles de millones de dólares en ingresos petroleros fluyan hacia los amos de los terroristas en Irán.
“Mis compañeros líderes, yo realmente creo que estamos en otro punto de inflexión en la historia mundial," dijo el Sr. Biden. “¿Respaldaremos los principios que nos unen? ¿Nos mantendremos firmes contra la agresión?” El discurso es apenas tan enérgico como la política exterior que promueve, y tan impotente como el foro que lo recibió.
El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió el martes de Líbano "volviéndose otra Gaza." Qué lindo de su parte despertar; desde el 2006, las fuerzas de mantenimiento de paz de la ONU no han hecho nada por impedir a Hezbola capturar la zona de amortiguación ordenada por el Consejo de Seguridad en el sur de Líbano. Ahora Israel tiene que hacerlo por ellos.
Luego de los buscapersonas explosivos y el ataque exitoso sobre los comandantes de la Fuerza Radwan de élite de Hezbola, Israel esta semana arrojó avisos de evacuación y bombardeó los almacenes de misiles de Hezbola. Israel dice que destruyó decenas de miles de misiles y lanzadores, la mayoría ocultos en casas civiles, dejando a Hezbola sin la mitad de su arsenal estratégico.
Líbano dice que han resultado muertas más de 550 personas, incluidos terroristas. Dos ataques el lunes y martes sobre Beirut parecen haber herido al nuevo jefe militar de Hezbola (su predecesor fue eliminado el viernes) y matado al comandante de su división de misiles.
Hezbola ha respondido con cientos de cohetes pero falló en hacer mucho daño. Ha expandido su alcance a las ciudades de Tzfat y Haifa, pero ha evitado notablemente a Tel Aviv. Tal vez sabe que puede esperar la represalia de Israel sobre Beirut.
El Sr. Biden dijo, “La guerra a gran escala no es del interés de nadie.” Pero destruir el suministro de misiles, las comunicaciones y estructura de mando de Hezbola, Israel está tratando de impedir que el grupo lanza los bombardeos grandes y coordinados que podrían desbordar a las defensas de cohetes Cúpula de Hierro. Si Hezbola no puede hacer ese daño, "guerra a gran escala" no significará lo que solía significar.
Una lección del 7 de octubre es que Israel no puede permitir que los terroristas levante ejércitos, aun si parecen disuadidos. El norte de Israel nunca podría estar seguro si Hezbola retiene su arsenal. Los ataques israelíes degradarán las capacidades de Hezbola tal vez por muchos años.
Esto es progreso contra el "anillo de fuego" de Irán en torno a Israel. Hezbola salió en ayuda de Hamas, pero Hamas ahora está demasiado debilitado como para devolver el favor. La destrucción de un satélite debilita a la red. La destrucción de otro desprendería las capas de defensa del programa nuclear iraní. Estas son las apuestas estratégicas mientras Israel lucha para regresar a sus ciudadanos a sus casas y quitar la espada de Teherán de arriba de su cabeza.

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