martes, 22 de octubre de 2024

DEL JPOST

 NASRALLAH HIZO SUPOSICIONES ACERCA DE ISRAEL—Y ESO LE COSTO SU VIDA

Más que nada, el último y fatal paso en falso de Nasrallah revela un fascinante engaño estratégico que se venía preparando desde hacía meses.
traducida por Marcela Lubczanski
Por Amir Bohbot
Octubre 19, 2024

Sucedió en agosto del 2006, justo después de la firma del acuerdo de alto el fuego con Israel al final de la Segunda Guerra del Líbano. El secretario general de Hezbola, Hassan Nasrallah, dio una entrevista a la red noticiosa libanesa New TV—una entrevista que sería recordada por generaciones. Sentado cómodamente en su búnker debajo de las calles de Dahiya en Beirut, el líder de la organización terrorista admitió que él y el Consejo de la Yihad, el órgano supremo de Hezbola, habían hecho un serio error de cálculo.

"No estimamos, ni siquiera en el 1%, que el secuestro de soldados de las FDI (Ehud Goldwasser y Eldad Regev) llevaría a una guerra de esta magnitud con Israel," confesó Nasrallah, agregando, "De haber sabido que la operación del secuestro llevaría a tal resultado, no la habríamos emprendido en lo absoluto."

A pesar de esta torpeza, Nasrallah se las arregló para mantener su reputación durante 18 años como el principal experto del Medio Oriente en sociedad israelí—al menos hasta los últimos meses. Entonces, las tablas se dieron vuelta. Nasrallah, junto con la mayoría de los miembros del Consejo de Yihad de Hezbola, encontraron su destino bajo las bombas de la Fuerza Aérea de Israel. Ellos ya no están por ahí para entender, por segunda vez, la escala de su error. Tal vez Yahya Sinwar, eliminado esta semana por las FDI en Rafah después de una cacería humana de un año, podría haberlos iluminado.

Luego de los acontecimientos del 7 de octubre, Nasrallah tomó otra mala decisión—una que, hace dos semanas, se volvió clara como su último gran error. El ató la suerte de Hezbola a la de Hamas en Gaza e inició una guerra. Este movimiento habla mucho sobre la mentalidad del lado israelí también. Durante las últimas dos décadas, tanto el liderazgo político de Israel como la jefatura de las FDI dudaron en enfrentar al grupo terrorista chií, eligiendo a menudo retrasar la guerra o la represalia fuerte ante los ataques, incluso al costo de permitir el crecimiento desproporcionado de Hezbola y una caída en la disuasión.

Pero más que nada, el paso en falso final y fatal de Nasrallah revela un engaño estratégico fascinante que había estado en preparativos durante meses, liderado por el Directorio de Operaciones de las FDI. Este engaño finalmente llevó a la declaración oficial de Israel: Terminó la era de Nasrallah.

La presunción de Nasrallah era sencilla: él creyó que Israel no ampliaría la guerra contra Hezbola o lanzaría una maniobra terrestre en Líbano en tanto Hamas mantuviera 101 rehenes en Gaza y la División 162ª estuviera todavía luchando en la Franja.

Parece que Nasrallah pensaba que, si la política de Israel hacia Hezbola iba a cambiar, habría señales claras, y él las advertiría. El creía que podría detectar los indicios tempranos de una invasión terrestre, tales como preparativos de las FDI junto a la frontera y movimientos de civiles libaneses. Pero las FDI, entendiendo su proceso de pensamiento, cambiaron deliberadamente la secuencia de acciones para confundirlo—un movimiento que rindió frutos.

En los últimos meses, Nasrallah parecía no inmutarse por el combate reducido en Gaza y poco convencido por las amenazas del gobierno israelí y las advertencias de los altos funcionarios de las FDI de detener el disparo de cohetes contra el frente interno de Israel. Lo que selló su suerte fue su discurso sobre una "guerra de desgaste" contra Israel.

Como el resto del Estado Mayor de las FDI, el Directorio de Operaciones fue tomado con la guardia baja el 7 de octubre y compartieron la falla histórica y amarga. Pero esta vez, ellos estaban listos con un plan operativo detallado y creativo, el cual incluía varias "escaleras" para que Nasrallah pudiera descender desde su puesto. Durante momentos cruciales, los altos oficiales del Estado Mayor intercambiaron miradas significativas, sabiendo: si Nasrallah no internalizaba la resolución de Israel, las acciones de las FDI contra Hezbola escalarían, llevando a golpes cada vez más dolorosos.

El principio rector era proceder gradualmente pero para exponer habilidosamente las zonas más sensibles de Hezbola y destruirlas. Los funcionarios de seguridad explicaron que un plan tan revolucionario requería pensamiento fuera de los esquemas, confiando en inteligencia de alta calidad del Directorio de Inteligencia, la precisión y sincronización de la Fuerza Aérea, y sincronizar todos estos componentes con el "reloj de la guerra" supervisado por el Directorio de Operaciones.

El marco, objetivos, y umbrales para la operación fueron establecidos por el director del Directorio de Operaciones, el Mayor General Oded Basiuk. La responsabilidad por asegurar la sincronización y precisión de varios ataques fue dada al Brigadier General (retirado), director de la División de Ataque, uno de los pilotos de combate más experimentados de la Fuerza Aérea. El previamente había comandado un escuadrón de cazas y el Centro de Bomberos del Comando Sur y había sido marcado temprano en su carrera como un futuro general.

En el banco de objetivos de las FDI había varios grupos críticos para ataque: el alto liderazgo, altos comandantes y líderes de campo de Hezbola, el arsenal de armas de la organización—particularmente sus sistemas estratégicos—infraestructura terrorista tal como sitios de lanzamiento, almacenes, y centros de mando, y finalmente, sitios de inteligencia y mando y control. Así, se desarrolló la operación, golpe tras golpe:
El dominó letal contra Hezbola
Julio 30: La operación comenzó con la eliminación de Fuad Shukr, también conocido como Al-Hajj Mohsen—el jefe de facto del estado mayor de Hezbola y miembro del Consejo de la Yihad, responsable por los sistemas estratégicos de la organización y su proyecto de misiles de precisión. Su eliminación en Dahiya, Beirut, marcó un punto de inflexión.

Agosto 25: Tuvo lugar un amplio ataque preventivo, degradando seriamente las capacidades de Hezbola en un corto período, destruyendo lanzadores dirigidos al centro de Israel. Este ataque fue posibilitado por inteligencia de alta calidad del Directorio de Inteligencia y la ejecución de precisión por parte de la Fuerza Aérea, con coordinación perfecta a través de la División de Ataque del Directorio de Operaciones.

Septiembre 5: Comenzaron olas diarias de ataques, atacando a cientos de lanzadores de cohetes de Hezbola. Se estaba formando una masa crítica, mientras Hezbola quedaba confuso y luchando por formar un cuadro coherente de las verdaderas intenciones de las FDI.

Septiembre 17-18: Tuvieron lugar dos ataques dramáticos, atribuidos a Israel. Uno involucró "buscapersonas" explotando en las manos, bolsillos, y caras de agentes de Hezbola. Un ataque similar atacó sus radios, convirtiéndolas en bombas en un instante. Esto neutralizó a miles de agentes de Hezbola y dejó a cientos de comandantes ciegos.

Septiembre 20: Las FDI eliminaron a Ibrahim Aqil, jefe de operaciones de Hezbola y jefe de facto del ejército después de la eliminación de Shukr. Varios altos miembros de la Fuerza Radwan de élite de Hezbola resultaron también muertos en el ataque.

Septiembre 23: Operación Flechas del Norte fue lanzada a lo largo de Líbano, la cual el Jefe del Estado Mayor de las FDI describió como una campaña innovadora. Hasta ahora, las FDI han demostrado superioridad en inteligencia y aérea, pero la División de Ataque enfrentaba retos significativos en sincronizar una operación tan masiva. Durante un ataque dramático, Hezbola fue bombardeado desde el aire durante 15 horas continuas, atacando capacidades estratégicas tales como misiles tierra-tierra, misiles tierra-aire, misiles anti-buque, y drones.

Septiembre 27: En una eliminación selectiva que sacudió al Medio Oriente, Israel ajustó cuentas con Hassan Nasrallah y otros prominentes líderes de Hezbola. Nasrallah, quien no logró entender los logros acumulados de Israel e insistió en seguir adelante, encontró su final.

A pesar de estos duros golpes, y tal vez debido a ellos, Hezbola no se quedó de brazos cruzados. En respuesta, expandió el alcance de sus misiles y operaciones con drones a la zona de Haifa y, después de un período de ajuste, comenzó a centrar sus esfuerzos en el centro de Israel. Al mismo tiempo, el impacto de los ataques no podía ser negado: un punto de inflexión en la guerra obligó a Irán, Siria, y Hezbola a refinar sus rutas de contrabando de armas a Beirut.

De acuerdo con los estimados israelíes, Hezbola ahora sólo tiene una fracción de sus cohetes de 122 mm., capaces de alcanzar Haifa, y un porcentaje similar de cohetes que pueden alcanzar Tel Aviv. Se cree que Hezbola ahora tienen menos de un tercio de su arsenal de misiles de precisión y cohetes de largo alcance, los que cubren la totalidad de Israel. 

Los funcionarios de seguridad elogiaron el plan en múltiples etapas del Directorio de Operaciones, el cual impidió que Nasrallah predijera de donde llegaría el siguiente golpe o estimar su escala. Este elemento de sorpresa permitió a Israel lograr progreso significativo contra la organización, la cual ahora se siente expuesta y perseguida. Por sobre todo, el plan privó a Nasrallah de la capacidad de detectar signos tempranos de lo que estaba llegando. Como lo dijo un funcionario de seguridad, "Hezbola puede todavía desafiar a las FDI y al frente interno de Israel, dada la acumulación de 30 años de la organización, pero es muy tarde para que Nasrallah entienda lo que hemos hecho. De los 12 miembros del Consejo de la Yihad, sólo quedan dos."

Objetivos grandes y convenientes
En Israel, se estima que las operaciones de las FDI durante los últimos seis meses llevaron a Nasrallah a relocalizar las capacidades militares avanzadas del sur de Líbano y el Valle de Beqaa a Beirut, creyendo erróneamente que la presión estadounidense y europea protegería a Beirut de los ataques aéreos israelíes. Esto resultó ser un error doble: no sólo expuso los sistemas de Hezbola a la inteligencia israelí, sino que también concentró la mayoría de ellos en una sola zona, haciendo más fácil para las FDI atacarlos.

"Yo todavía tengo gran respeto por las capacidades de Hezbola, respaldado por Irán," agregó un alto funcionario de seguridad, "pero hay una crisis significativa de liderazgo allí. Los comandantes de campo en el sur de Líbano realmente no conocen a los comandantes en Beirut que están dándoles órdenes, porque la mayoría de ellos han sido eliminados, y los otros son sólo reemplazos. Las capacidades de reunión de información de Hezbola, tanto junto a la línea de contacto como en profundidad, son desafiadas seriamente debido a los ataques implacables."

Los funcionarios cercanos al proceso de toma de decisiones en el Estado Mayor echaron luz sobre las diferencias entre Nasrallah y el líder de Hamas, Yahya Sinwar—diferencias que pueden haber contribuido a la caída de Nasrallah. De acuerdo con estas fuentes, Nasrallah gestionó la guerra contra Israel con un enfoque extremadamente centralizado, el cual requería su presencia física en los centros de mando de Hezbola, haciendo aun más impactante su eliminación. En contraste, Sinwar, a diferencia de Nasrallah, sólo establece una política amplia y luego desaparece del radar por aproximadamente un mes a la vez. 

La serie de ataques por parte de la División de Ataques del Directorio de Operaciones no terminó allí. El lunes pasado, exactamente a las 2:30 p.m., las FDI atacaron más de 100 objetivos de Hezbola con cientos de municiones, matando a comandantes de los sistemas operativos, comandantes de brigada en ejercicio, jefes de estado mayor, comandantes de artillería y 200 importantes agentes de Hezbola. Las imágenes del antes y el después de los sitios de ataque, recogidas por la Unidad 9900 en el Directorio de Inteligencia, fueron presentadas al Ministro de Defensa Yoav Gallant durante una sesión informativa profesional. Las imágenes no dejaron dudas sobre la calidad de los ataques y el número de bajas.

Las FDI aclaran que Hezbola está arraigado profundamente en Líbano, y será difícil derrotar completamente al grupo. Sin embargo, con el tiempo, será posible degradar sus capacidades, reducir su influencia, y achicar su poder. Para lograr esto, explican las FDI, Hezbola debe ser visto como un sistema único, y el ejército debe seguir atacándolo tan metódicamente como lo han hecho hasta ahora—-con sofisticación.

También hay un elemento personal en este cierre estratégico: los reservistas en el Directorio de Operaciones dicen que el Mayor General Basiuk, quien presionó por esta serie de acciones sofisticadas, fue el que preparó el terreno para el plan "Rayo" en Gaza. Este plan, como se recuerda, se suponía que elimine a más de 1,000 agentes de Hamas en un ataque aéreo, mientras también se dañaba al "metro" de la organización. Sin embargo, el plan fue ejecutado durante Operación Guardián de los Muros, sin la compleja maniobra inicial, bajo la dirección del entonces Jefe del Estado Mayor de las FDI, Aviv Kochavi. Basiuk también dirigió, como comandante del 82º Batallón Blindado durante la Segunda Guerra del Líbano, una maniobra terrestre en áreas cerradas—contrariamente a las órdenes y doctrina de las FDI—para impedir que los escuadrones antitanque de Hezbola golpeen los tanques, los que estaban bajo intensos disparos en el Valle de Saluki, Bint Jbeil, y otros sectores.

Ahora, a la sombra de la profunda cicatriz dejada sobre todo el Estado Mayor por el fracaso del 7 de octubre, el Directorio de Operaciones debe liderar y sincronizar ataques precisos y dolorosos dentro de la maniobra terrestre en Líbano, la cual se puede expandir. La misión es intensificar el daño a los almacenes de armas, cohetes, misiles y sitios de lanzamiento de drones de Hezbola, impedir el contrabando dentro de Líbano, y seguir atacando a sus comandantes y agentes. La tragedia horrorosa en el salón comedor de la Base de Entrenamiento de la Brigada Golani esta semana, donde cuatro soldados fueron asesinados y más de 60 fueron heridos, prueba que la lucha contra Hezbola está lejos de terminar.

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