jueves, 18 de mayo de 2017

Jerusalén, nuestro eterno hogar:
אם אשכחך, ירושלים, בואו תשכח ...
“Si te olvido, Jerusalén,
Que mi mano derecha olvide su habilidad.
Que mi lengua se aferre al techo de mi boca.
Si no te recuerdo.
Si no considero a Jerusalén,
Mi más alta alegría”
Salmo 137: 5-6
En 1903, Joseph Chamberlain, el Secretario Colonial británico, hizo una oferta a Theodoro Herzl y su grupo sionista. Los británicos estaban preparados para dar a los judíos 5.000 millas cuadradas en Uganda, África, para que les sirva como una patria a los judíos . La propuesta suscitó un intenso debate. Por un lado, la tierra proporcionaría a los judíos una patria donde serían libres para vivir en paz y protegerse del peligro.
Por otro lado, ésto quedaba muy lejos del sueño sionista de regresar a la antigua y verdadera patria de los judíos - Israel. Afortunadamente, la oferta fue rechazada porque la tierra se consideraba inadecuada. Sin embargo, la pregunta sigue siendo: Aunque la patria histórica de los judíos es Israel, ¿realmente importa dónde está hoy la patria judía?
El Salmo 137 responde a esa pregunta con un enfático "¡Sí que importa!"
Durante dos mil años de exilio, el Salmo 137: 5 ha sido una piedra angular del culto y la devoción judía:
"Si te olvido, Jerusalén…”
Anhelamos, oramos y trabajamos para el regreso judío a Jerusalén. En momentos de alegría, este versículo es leído para confirmar de cómo y cuánto recordamos a Jerusalén. Una pequeña parte de cada hogar judío se deja inacabada, para recordar la destrucción de nuestra Jerusalén. Cada año, en el noveno día del mes hebreo de Av, pasamos todo el día ayunando y llorando por Jerusalén.
Jerusalén. No Varsovia, no New York, y no Kampala (Uganda.) ¡Jerusalén es la única capital que los judíos han tenido jamás, e Israel es la única patria judía asignada por el Creador mismo y comprobada en la Biblia!
Esto es porque a Israel es donde pertenecen los judíos.
Di-s dice al respecto:
"Mira, yo te he dado esta tierra. Entra y toma posesión de la tierra que Yo Di-s juré que la daría a tus padres. . . Y a sus descendientes después de ellos."
Deuteronomio 1: 8,
Adivina a qué tierra se refería D-os, no Kampala.
La tierra de Israel fue prometida a los hijos de Israel y a sus descendientes por toda la eternidad.
Dios dice:
"Pero yo traeré a Israel de regreso a su propio pastizal, y pastarán en Carmél y Basán; Su apetito será satisfecho en los montes de Efraín y Galaád."
Jeremías 50:19
A pesar de que los israelitas irían al exilio, Dios los traería de vuelta. No a Nueva York o California, sino a Carmél y Basán, en Israel. Israel es nuestra patria eterna.
עם ישראל חי !!!

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