Este renacimiento fue posible gracias a Eliezer Ben-Yehuda, quien en el siglo XIX comenzó a trabajar en su recuperación. Desde entonces, el hebreo ha tenido que adaptarse rápidamente a la vida moderna. ¿Cómo? A través de la Academia de la Lengua Hebrea, que se dedica a crear nuevas palabras y adaptar términos extranjeros para describir conceptos actuales como “ordenador” o “internet.”
Además, el hebreo moderno refleja la diversidad cultural de Israel: ¡ha integrado palabras del inglés, árabe, yidis y otros idiomas! Así, el hebreo no solo es una lengua antigua y renovada, sino también una muestra de multiculturalidad.
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