La administración estadounidense ha cancelado todas las reuniones programadas con el comandante de las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL), el general Rodolphe Haykal, según un informe de MTV de Líbano. El informe indica que la Embajada del Líbano en Washington también canceló una recepción que se había planeado en su honor.
Washington suspende todos los compromisos con el general Rodolphe Haykal después de que las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL) calificaran a Israel de "enemigo", lo que provocó indignación en el Congreso y una reevaluación de la ayuda.
El corresponsal de MTV en Washington citó el descontento estadounidense con una declaración reciente emitida por las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL), que, según funcionarios estadounidenses, se refería a Israel como "enemigo" y lo culpaba de la escalada de tensiones, sin criticar a Hezbolá. Estados Unidos considera a Israel un aliado clave y es el principal proveedor de apoyo al ejército libanés.
El comunicado de las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL), emitido tras un incidente el 16 de noviembre, decía: «El enemigo israelí insiste en violar la soberanía libanesa, desestabilizar el Líbano y obstruir el despliegue del ejército en el sur. El último de estos ataques, que condenamos, fue el ataque contra una patrulla de la FPNUL». El comunicado añadía que el ejército está colaborando con naciones amigas para detener estas violaciones, que calificó de «grave escalada».
Según MTV, este mensaje provocó indignación entre varios miembros del Congreso de Estados Unidos y suscitó un debate interno sobre el futuro de la ayuda militar estadounidense al Líbano. En consecuencia, el gobierno estadounidense informó a la Embajada del Líbano de su decisión de suspender las reuniones programadas con el general Haykal, incluido el encuentro previsto con miembros de la comunidad libanesa-estadounidense, algunos de los cuales habían viajado desde otros estados para asistir, según Noticias Nacionales de Israel.
El senador Lindsey Graham criticó duramente a la cúpula militar libanesa, declarando: «Es evidente que el Jefe del Estado Mayor de la Defensa libanés —al referirse a Israel como el enemigo y por su débil, casi inexistente, esfuerzo para desarmar a Hezbolá— representa un enorme obstáculo para el progreso del Líbano. Esta situación convierte a las Fuerzas Armadas Libanesas en una inversión poco rentable para Estados Unidos».
La senadora Joni Ernst también expresó su decepción, afirmando: «Las Fuerzas Armadas Libanesas son un socio estratégico y —como comenté con el Jefe del Estado Mayor de la Defensa en agosto— Israel le ha brindado al Líbano una verdadera oportunidad para liberarse de los terroristas de Hezbolá, respaldados por Irán. En lugar de aprovechar esa oportunidad y colaborar para desarmar a Hezbolá, el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, vergonzosamente, culpa a Israel».
MTV informó además que el asunto se ha remitido directamente al Secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, quien se ha hecho cargo del caso en el Departamento de Estado y ante los comités pertinentes del Congreso. Rubio desempeña un papel fundamental en la formulación de la política estadounidense hacia el Líbano, especialmente en lo que respecta a la ayuda militar. Según fuentes de MTV, la continuidad de la cooperación estadounidense con las Fuerzas Armadas Libanesas dependerá ahora directamente de sus posturas futuras, especialmente en lo que respecta a la situación fronteriza y el desarme de Hezbolá. Se prevé que cualquier declaración que entre en conflicto con la política estadounidense hacia Israel tenga consecuencias inmediatas para la relación bilateral.
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