LA RAZON POR LA QUE MADURO DE VENEZUELA NO RENUNCIARA PACIFICAMENTE
A diferencia de los dictadores anteriores, el caudillo tiene pocas opciones para disfrutar una vida fácil en el exilio.
Por José de Córdoba
El líder venezolano Nicolás Maduro está enfrentando presión militar y diplomática estadounidense para renunciar y abandonar su país pacíficamente. Es improbable que él acepte la oferta.
Los días en que los dictadores podían vivir en el exilio dorado con fortunas en cuentas secretas en bancos suizos se han terminado en su mayoría, principalmente debido a los mecanismos globales para juzgar los abusos de derechos humanos y rastrear ganancias mal obtenidas. El caudillo de 63 años no cree que él vaya a obtener una amnistía de larga duración, dijeron los analistas, sintiéndose sólo a salvo entre el cuadro de leales hombres del ejército con quienes se ha pasado rodeandose durante una década.
Y Maduro y la mayoría de sus secuaces ven las amenazas militares estadounidenses como una fanfarronada, dijo una persona que habla a menudo con funcionarios de alto rango del gobierno venezolano. Maduro cree que la única forma en que Estados Unidos puede derrocarlo es enviando tropas a Caracas, dijo la persona.
El Presidente Trump ha dicho que él no piensa que Estados Unidos irá a la guerra con Venezuela, enfocándose en cambio en presionar a Maduro para que abandone el cargo. El martes, Trump repitió su voluntad de hablar con el líder venezolano.
“Yo podría hablar con él," dijo Trump, en referencia a Maduro, a los periodistas en el Air Force One en su camino a Florida desde Washington. “Si podemos salvar vias, podemos hacer cosas de forma fácil, eso está bien. Y si tenemos que hacerlo de la forma difícil, eso está bien también."
Es improbable una invasión terrestre estadounidense, de acuerdo con muchos analistas. Desde la perspectiva de Maduro, permanecer en Venezuela podría ser la forma más segura de protegerse a sí mismo, a su dinero y a su familia, dijo Moisés Naím, un analista del Carnegie Endowment for International Peace con sede en Washington.on Watch
En el pasado, los dictadores depuestos "iban a Europa y compraban villas en la Riviera Francesa," dijo él. "Ahora ellos todavía van a Europa, pero terminan en la Corte Penal Internacional en La Haya,” agregó.
El lunes, Maduro dijo que él no se iba a ir a ningún lado. "Sea lo que sea que hagan, sea lo que sea que quieran, donde quiera que lo hagan, ellos no van a poder derrotar a Venezuela,” dijo él.
La administración Trump ha designado a un grupo conocido como el Cártel de los Soles, que Estados Unidos dijo lidera Maduro, como organización terrorista. Una acusación estadounidense durante el primer mandato de Trump dijo que Maduro tomó parte en una conspiración narcoterrorista para "inundar Estados Unidos con cocaína.”
Maduro niega la acusación. Su administración dijo que el Cártel de los Soles no existe.
Trump ha autorizado operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela y ordenó la mayor acumulación militar en el Caribe en décadas. El portaaviones más avanzado de EE.UU. está en la región, junto con una flotilla de buques de guerra y una fuerza de marines.
Eso se suma a los ataques estadounidenses contra presuntas embarcaciones rápidas cargadas de drogas que desde septiembre han eliminado a docenas de personas en el Caribe y el Pacífico.
A diferencia de dictadores anteriores como Ferdinando Marcos de Filipinas o Jean-Claude “Baby Doc” Duvalier de Haití, Maduro tiene opciones limitadas. Partir de Venezuela podría significar perder su libertad y su fortuna.
“El cálculo para Maduro es que él siempre estará más seguro aquí que en cualquier otro lado," dijo Phil Gunson, un analista en Caracas del International Crisis Group, el cual trabaja para prevenir el conflicto violento en Venezuela.
El primer problema que enfrentan Maduro y sus aliados es la responsabilidad penal, dijeron los analistas. El presidente y algunos de sus funcionarios más influyentes han sido acusados en Estados Unidos por traficar presuntamente toneladas de cocaína y proporcionar armas a las guerrillas colombianas—acusaciones que ellos niegan. Estados Unidos ha puesto una recompensa de us$50 millones sobre Maduro.
En casa, los peces gordos del ejército de Venezuela podrían enfrentar enjuiciamiento bajo un nuevo régimen, bajo acusaciones de narcotráfico y tomar retornos en las industrias de la energía y el aluminio, tanto como de las importaciones de alimentos, aun cuando Maduro ha presidido una de las mayores implosiones económicas del mundo en la historia moderna.
“La cohesión del régimen gira en torno a la necesidad de mantener su criminalidad y salvar sus pellejos, muy como una mafia floja" dijo Brian Naranjo, un ex alto diplomático estadounidense que se desempeñó en Venezuela.
La oposición acusa a Maduro de robar la elección presidencial en julio del 2024, una elección qu Estados Unidos y muchos países en Europa y Latinoamérica denunciaron como fraudulenta.
La Corte Penal Internacional, con sede en La Haya, ha estado investigando a Venezuela por presuntos crímenes contra la humanidad desde el año 2018. Estos incluyen persecución política, tortura y violación, y se remontan a la represión violenta de las protestas en el año 2017, cuando al menos 5,000 personas fueron detenidas arbitrariamente y más de 125 fueron asesinadas en enfrentamientos con la policía.
Maduro ha garantizado que un golpe militar sea improbable. Ex oficiales venezolanos dijeron que los militares que podrían tratar de derrocar a Maduro son controlados por medio de una combinación de complicidad en la corrupción que los ata al régimen y al miedo del castigo—tortura, prisión e incluso muerte—que trae la deslealtad.
“Hoy, hay terror incalculable en el ejército,” dijo Carlos Guillén, un ex soldado venezolano que fue encarcelado por conspirar contra el régimen y ahora vive en el exilio.
Las fuerzas armadas de Venezuela están sembradas de habilidosos agentes de contrainteligencia cubanos, haciendo casi imposible un golpe, dijo John Polga-Hecimovich, un experto en Venezuela de la Academia Naval de Estados Unidos.
Otro problema es que hay pocos lugares para buscar refugio más allá de Rusia, adonde huyó el ex presidente sirio Bashar al-Assad después que los rebeldes tomaron el país en diciembre pasado.
Cuba es un posible refugio para Maduro, quien en su juventud se entrenó en la isla para ser un organizador de sindicatos. Pero el país comunista tiene un futuro aciago. Su economía se está derritiendo, apenas capaz de mantener sus luces encendidas.
La seguridad en el exilio en una capital europea tal como Madrid sería un gran problema. La ciudad es hogar de miles de exiliados venezolanos, muchos de quienes desprecian a Maduro, dijo Naranjo. Y es difícil imaginar a Maduro en un lugar como Turquía, a varias zonas horarias de distancia de Caracas.
Por último, el ejército de Maduro desconfía profundamente de cualquier oposición que podría asumir el poder si Maduro deja el cargo. La líder opositora Maria Corina Machado ganó el Premio Nobel de la Paz este año y ha sido una opositora intransigente y desdeñosa del régimen y su ejército.
El gobierno de Maduro teme que un gobierno de Machado buscaría venganza. En un reciente "Manifiesto de Libertad" publicado por Machado, ella dijo que "deben ajustarse cuentas" con el "régimen criminal" de Maduro y prometió reformar al ejército y fuerzas policiales del país.
“Hay tremenda animosidad entre ambas partes,” dijo Jorge Castañeda, un ex ministro del exterior mexicano. “Es producto de 25 años de conflicto, tortura y represión.”
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