domingo, 15 de abril de 2012

Rosa Regás en El Mundo, el esplendor de la ignorancia por Masha Gabriel

Rosa Regás en El Mundo, el esplendor de la ignorancia
por Masha Gabriel
REPORTE HONESTO

La escritora Rosa Regás Pagés publicó el 9 de abril de 2012 un texto en el diario El Mundo titulado Machismo ortodoxo en el que refleja como pocos el abismo existente entre la "opinión" y el "conocimiento". En efecto, la autora, quien fuera directora de la Biblioteca Nacional de España, opina sobre la situación de la mujer en Israel sin tener la más mínima idea de qué está hablando.

Al margen de un estilo confuso, plagado de largas frases que mezclan las situaciones vividas por las mujeres en Israel con los países árabes, el escrito está lleno de falsas informaciones que podían haberse evitado con sólo abrir un libro.

Sólo dos ejemplos:

Según la autora, estos "ortodoxos furibundos" imponen sus creencias "en los modos de la vida cotidiana, como por ejemplo que mujeres y hombres vayan separados en un autobús, que en ciertos lugares que ellos controlan como los kibutz, ellas tengan que caminar por una acera y los hombres por la otra, etc. "

1- En Israel la ley prohibe la separación de hombres y mujeres en los autobuses. Recientemente, unos ultraortodoxos (no, ortodoxos) agredieron a una joven por sentarse donde ella quiso en un autobús. Este hecho provocó la indignación de todos los sectores de la población, que se manifestó multitudinariamente para expresar su rechazo a esos fanáticos, que son mucho menos del 11% de la población que asegura Regás. Es interesante destacar que esas manifestaciones contra algunos ultra-ortodoxos contó con el apoyo del presidente, el primer ministro y los sectores religiosos. Esto muestra la poca aceptación social de la que goza la parte más fanática.

2- Decir que los ortodoxos controlan los kibutz denota una profunda ignorancia. Los kibutz son comunas agrícolas israelíes originariamente socialistas o comunistas, laicas en su inmensa mayoría. Ni los religiosos ortodoxos, ni los ultraortodoxos imponen ley alguna en ellos.

Rosa Regás también afirma que los hombres ortodoxos desprecian a las mujeres para después "administrándoselas a voluntad para su goce particular y para tener descendencia que suministrará soldados a la patria y trabajadores al kibutz."

Asegurar que los ortodoxos suministran soldados a la patria es, una vez más, un desconocimiento absoluto de la realidad. Precisamente uno de los problemas que enfrentan a la sociedad israelí mayoritariamente laica con sus compatriotas ortodoxos, es que estos últimos están exentos del servicio militar.

La señora Regás tiene sin duda una imagen muy negativa de Israel y como tal la ha plasmado en el diario El Mundo, que ya ha dado muestras anteriores de que la verdad no es precisamente una de sus prioridades. El problema es que la imagen que intentan ofrecer a sus lectores es de una ignorancia tan extrema que tan sólo logran desprestigiarse a sí mismos.

Si la señora Regás no sabe diferenciar entre un ortodoxo y un ultra-ortodoxo ni entre un barrio religioso concreto y un kibutz, sería mejor que no escribiera sobre ello, o que se tomara el trabajo de abrir un libro antes de hacerlo. Y desde luego, El Mundo no debería publicar tanto despropósito.

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