martes, 19 de junio de 2012

Siria, por sus crímenes, en la “lista de la vergüenza” de la ONU

Siria, por sus crímenes, en la “lista de la vergüenza” de la ONU Con reprochable demora, la Organización de las Naciones Unidas, el ineficaz e inservible organismo internacional, incluyó por primera vez el lunes 11 de junio en su informe anual, a la República Árabe Siria y a sus milicias aliadas “Shabiha”, a la “lista de la vergüenza” que integran 52 gobiernos y grupos que reclutan, matan o atacan sexualmente a niños en conflictos armados. El reporte de la ONU señala que en el último año aproximadamente 1.200 niños han sido víctimas de asesinato y mutilación, arresto arbitrario, detención, tortura y violencia sexual, y han sido utilizados como escudos humanos. Radhika Coomaraswamy, representante especial de la ONU para el tema de niños y conflictos armados, dijo que su equipo regresó con “terribles” testimonios sobre pequeños torturados y masacrados en Siria. Por ejemplo, los menores relataron que les obligaban a sentarse en los tanques para no ser atacados por los rebeldes. La funcionaria agregó que nunca había visto que los niños no sólo no fuesen protegidos, sino que fuesen el blanco de los ataques. “Vimos a niños que han sido torturados y que llevaban las huellas de las torturas”. “Estamos realmente consternados. Estas torturas de niños presos, de niños de apenas diez años, son muy poco comunes, realmente no lo hemos visto en otra parte”. Muchos soldados desertores han denunciado en Siria que se dispara a propósito contra las viviendas y que vieron cómo se mataba y mutilaba a niños y bebés. La representante de la ONU criticó asimismo al opositor Ejército Libre de Siria, por poner también en peligro a menores. “Por primera vez nos hemos enterado de que el Ejército Libre de Siria recluta a niños para trabajos de asistencia y de ayuda médica, pero de todos modos en el frente”. Una evidencia que la oposición siria -al igual que los movimientos fundamentalistas islámicos que brotaron en Libia, Sudán, Yemen, Egipto y Túnez- comparte con el sanguinario dictador Bashar Al- Assad, la misma brutalidad y desprecio por la vida, es la reciente matanza de Hula, que fue, en palabras del enviado especial de la ONU, Kofi Annan, el “punto de inflexión” en el conflicto de Siria: una salvaje masacre de más de 90 personas, predominantemente mujeres y niños, por la cual el régimen sirio de Al-Assad fue culpado inmediatamente por la casi totalidad de los medios de comunicación occidentales. Pocos días después de los primeros informes de la masacre de Hula, los EE.UU., Francia, Gran Bretaña, Alemania y otros países occidentales anunciaron que iban a expulsar a los embajadores de Siria en señal de protesta. Sin embargo, según un informe del diario alemán, el Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ), los espantosos crímenes fueron cometidos por militantes sunitas contrarios a Assad y la mayor parte de las víctimas eran miembros alawitas (quienes dominan la presidencia y las FF.AA. de Siria, pese a ser sólo el 13% de su población) y de las minorías chiítas, que son el soporte del gobierno de Assad. En la enumeración de los cargos criminales formulados a Siria figura la utilización de niños como escudos humanos. Esa vil conducta no es nueva y reconoce en los terroristas palestinos oprobiosos antecedentes. En agosto de 2009 la agencia de noticias francesa AFP, informaba que el grupo terrorista Hamas estaba entrenando una nueva generación de terroristas en Gaza, donde el 50 por ciento de la población es menor de 18 años. En la disputa con la Autoridad Palestina por captar la voluntad de los niños, el Hamas emprendió una campaña masiva ese verano, que incluyó un Web Site con el objeto de seducir a los padres de niños palestinos que estaban en los campamentos de la UNWRA (United Nations Works and Relief Association) y enviar a éstos a los campos propios. Las reiteradas denuncias acerca de la perversa metodología de Hezbollah de utilizar como escudos humanos a civiles en el Líbano, en la guerra que sostuvo con Israel en 2006, al montar una vasta estructura militar en áreas populosas, quedaron fidedignamente corroboradas por la inusual revelación del IDF (Israel Defense Force) a la prensa de la ubicación precisa de los escondites y refugios del grupo terrorista chiíta armado y financiado por Irán, en el sur del País de los Cedros. En agosto de 2010, un oficial del Comando Norte israelí exhibió a la agencia de noticias Associated Press fotos de puestos de avanzada del Hezbollah ocultos en zonas civiles, lo que constituye una flagrante violación de la Convención de Ginebra para la Protección de Víctimas de Conflictos Armados, cuyo protocolo estipula que no se pueden utilizar a civiles como escudos en contiendas militares. Otras pruebas aportadas por el ejército israelí, destacaban que muchos almacenes de armas se encontraban en casas de civiles. Un hecho que patentiza el grado de crueldad y desprecio por la vida humana, que caracteriza al Hezbollah, cuyo significado en árabe es paradójicamente “Partido de Dios” es que uno de los depósitos de armamentos descubiertos está en un hogar para niños con discapacidad mental ubicado en el pueblo de Aita al Shaah, al sur del Líbano. La elección de este último lugar, retrotrae por su semejanza a la denominada por los medios de comunicación “masacre” de Qana, donde Israel fue acusada en la Segunda Guerra del Líbano en 2006, de causar “deliberadamente” bajas civiles por organizaciones como Human Right Watch y algunos gobiernos pseudo progresistas como fue el de Rodríguez Zapatero, que vil y convenientemente, omitieron señalar que el Hezbollah había emplazado sus cohetes en la azotea de un edificio de Qana en el que residían también niños discapacitados usados como escudos humanos, con la diabólica intención de atraer las bombas israelíes hacia ese lugar y posteriormente clamar ante el mundo por una nueva masacre. No obstante haber respondido a ataques provenientes de ese lugar, Israel se lamentó y disculpó por la muerte de los niños, ya que nunca fue su intención matarlos, a diferencia de los terroristas del Hezbollah y Hamas, que asesinan en forma deliberada a cualquier civil, hombre, mujer o niño. La deleznable estrategia de Hezbollah fue denunciada, en esa misma época, por la organización Christian Solidarity Internacional (CSI) que señalaba que pueblos libaneses cristianos como Ain Ebel, Rmeish, Alma Alshaab y otros, estaban siendo usados por el grupo fundamentalista musulmán, para atacar desde allí con misiles a Israel. “Hezbollah está repitiendo el mismo patrón que siguieron contra Israel en 1996. Se esconden entre la población civil y lanzan sus ataques protegidos por un escudo humano”, afirmaba el ex comandante del ejército libanés de la zona sur, Coronel Charbel Barkat. Asimismo, un cristiano de Ain Ebel, quien no quiso ser identificado para evitar posibles represalias de Hezbollah, contó que descubrió a un grupo de guerrilleros del movimiento terrorista sobre el techo de su casa mientras se preparaban para arrojar algunos misiles Katyushka. Ignorando sus ruegos para que no los lanzaran, los extremistas lo hicieron. El hombre tuvo apenas tiempo de reunir a su familia y huir del lugar que unos quince minutos después fue destruido, previsiblemente, por un ataque aéreo israelí. Además de utilizar las casas de los cristianos para los ataques, los miembros de Hezbollah, sádicamente, también evitaban que huyesen. El diario londinense Mirror en su edición del 10 de julio de 2011, publicó que en un escalofriante video, filmado en un campamento de Al Qaeda en Waziristán, se puede observar a niños desde la temprana edad de tres años en adelante, que son entrenados con ametralladoras AK-47 para convertirlos en asesinos dispuestos a librar la guerra contra soldados británicos. Los comandantes ingleses en Afganistán dicen que los niños son cada vez más utilizados como bombarderos suicidas y escudos humanos durante las batallas. La grabación filmada, fue obtenida por investigadores del Mirror, luego que apareciera en un website de Al Qaeda, emitida por el movimiento islámico de Uzbekistan, el país de Asia central que pertenecía a la ex Unión Soviética. En una de las escenas más perturbadoras del film se muestra a un talibán, remedando a un dentista, extrayendo el diente posterior de un niño con un par de alicates, para cumplir con un salvaje ritual de iniciación. La repugnante imagen, queda eclipsada por un video emitido como propaganda por los talibanes en 2008, donde se veía a un niño de 12 años -vitoreado por los espectadores- decapitando a un hombre, probablemente por una transgresión a la Sharia. La inequitativa ONU, cooptada por los países islámicos, recién ahora agrega a Siria a la nómina de 52 países y grupos que conforman la “lista de la vergüenza”. Israel, un Estado que respeta rigurosamente los derechos humanos, por la nefasta influencia de la izquierda fascista, la propaganda islámica y el antisemitismo remilgado, disfrazado contemporáneamente como antisionismo, ignominiosamente, también integra esa infame nómina. Rubén Kaplan http://www.rkpress.com.ar/