jueves, 23 de febrero de 2017

La solución de los dos Estados ha muerto

 

Jerusalén
Douglas Altabef, director del Israel Independence Fund, celebra en esta colaboración para elJerusalem Post que la estrategia seguida hasta el momento para solventar el conflicto palestino-israelí haya pasado a la historia. Altabef considera que es ahora cuando hay verdaderas posibilidades de encontrar un camino fructífero para la paz entre palestinos e israelíes.
La buena noticia es que nos hemos librado de esta situación en la que es imposible ganar y ahora podrán considerarse nuevas ideas que tendrán una gran probabilidad de originar relaciones pacíficas entre israelíes y palestinos, mejores condiciones económicas para los palestinos y de seguridad para los israelíes.
(…)
Hay realmente muchas voces palestinas a favor de vivir bajo soberanía israelí, o en un estado de autonomía permanente distinto de la soberanía. Ven la calidad de vida que disfrutan los ciudadanos árabes de Israel y los drusos en los Altos del Golán, que gozan de autonomía y beneficios aunque sin ciudadanía, y consideran que Israel ha sido un soberano benigno para los no judíos.
(…)
Definitivamente, el nuevo escenario separará a los que buscan castigar a Israel con su empecinamiento en una idea irreal y los que quieren aquí una vida mejor para todos.
Ted Belman, editor de Israpundit, incide también en el cambio de paradigma que parece adivinarse tras la reciente reunión en la Casa Blanca de Donald Trump y Benjamín Netanyahu.
[Según David Friedman, designado por Trump embajador de EEUU en Israel] “la cuestión fundamental es reconocer que no va a haber ningún progreso hacia un Estado palestino hasta que los palestinos renuncien a la violencia y acepten a Israel como Estado judío. Hasta que eso ocurra no hay nada que hablar en términos de un proceso político”.
Ahora que Trump es presidente, implantará esas políticas, como está haciendo con la mayoría de sus promesas. En esencia, dirá a los países que dejen de decirle a Israel lo que debería hacer y le digan a la Autoridad Palestina que primero actúe con rectitud. Ya le ha dicho a la ONU que deje de atacar a Israel. EEUU no tratará más a Israel como un Estado cliente, sino como un socio en el que se puede confiar.
En la última década se han producido profundos cambios en la región a causa de la retirada de EEUU bajo el mandato de Obama. Michael Singh, director del Washington Institute for Near East Policy, considera sin embargo que hay cosas que no cambian y que, por el contrario, merecería la pena que lo hicieran de una vez.
Tan vitales como la batalla contra el Estado Islámico en Siria e Irak, hay otros tres cambios en la política de EEUU en la región que el presidente Trump debería hacer para servir a nuestros intereses a largo plazo. Primero, debería actuar firmemente para contrarrestar a Irán. Al hacer eso no sólo ayudaría al (…) fin del conflicto en Siria, Irak, Yemen y demás, sino que también volvería a poner a EEUU (…) junto a nuestros aliados, que consideran las ambiciones regionales de Teherán su principal amenaza. Segundo, debe tratar de reconstruir las alianzas de EEUU en la región, centrándose no sólamente en mejorar los lazos bilaterales sino forjando una agrupación multilateral, útil y capaz, de socios regionales afines.
Finalmente, debería ayudar a nuestros aliados [árabes] (…) a emprender reformas económicas, políticas y de seguridad. El objetivo no debería ser reconfigurarlos a nuestra propia imagen, sino ayudarlos a que lleven a cabo acciones que beneficien a nuestros mutuos intereses haciéndoles más resistentes a las amenazas regionales y dialogantes con sus propios pueblos.

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