¡ SHABAT SHALOM !
¿Qué sería de ese conjunto de ramas y de hojas, sin la percepción del “árbol”?
¿Qué de esas manos y esas piernas, sin la idea del “hombre”?
¿Y qué sería de los ríos, si no supiésemos que fluyen hacia el mar?
Las partes, dispersas y disgregadas, nos confunden y nos alejan del Todo.
Del árbol, del hombre, del mar…
Y, además:
¿qué es un conjunto de seis días, sin la percepción del Shabat?
Un revoltijo de momentos desconectados e inconexos.
*
Los seis días rodean al Shabat y danzan a su alrededor.
Entonan delante del Shabat la melodía más bella y sublime.
El Shabat les da sentido a los seis días que lo escoltan y que lo encumbran.
*
Sí, no lo dudes: todos los caminos conducen a Jerusalén, tal como los días de la semana conducen al Shabat.
Y todo efecto, finalmente, terminará anulándose, positivamente, delante de su Causa.
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