Irán pagó el primer precio real el lunes por su guerra indirecta en el Medio Oriente después que Israel mató a los iraníes principales sembrando caos en la región. “La eliminación más significativa desde Soleimani” es como está siendo informado en Israel el ataque con misiles en Damasco. Esa es una referencia al ataque de enero del 2020 por parte de Estados Unidos contra Qassem Soleimani, el planificador por largo tiempo del terrorismo exterior y estrategia de guerra indirecta de Irán.
El ataque del lunes mató al Gen. Mohammad Reza Zahedi, comandante principal de la Fuerza Quds de Irán en Líbano y Siria, tanto como su subcomandante y su jefe de estado mayor. Israel no se adjudica la responsabilidad por tales ataques, pero su Radio Ejército y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán han confirmado las eliminaciones. El CGRI anunció siete miembros muertos.
Como el jefe regional de la Fuerza Quds, Zahedi era el hombre clave en la guerra de Irán contra Israel. El fue el jefe de Hezbollah, el satélite iraní que ha disparado más de 3,500 cohetes, no provocados, sobre el norte de Israel desde el 7 de octubre, y él daba órdenes al régimen de Assad de Siria también. Zahedi era responsable por las transferencias de armas de Irán a Hezbollah y se cree que estaba en contacto diario con su líder, Hassan Nasrallah.
El ataque fue llevado a cabo con precisión contra un edificio al lado de la embajada de Irán que según se informa servía como el cuartel general militar del CGRI. Habrá muchas dudas acerca de si este edificio era un sitio diplomático o militar. El CGRI y su Fuerza Quds son organizaciones designadas terroristas por Estados Unidos, las que conspiran y ejecutan la estrategia de Irán de subversión y expansión regional. Estos son hombres con ríos de sangre en sus manos.
El ataque del lunes contrasta con la respuesta estadounidense después que satélites iraníes mataron a tres estadounidenses cerca de la frontera siria en enero. La administración Biden filtró noticias de sus represalias por adelantado, dando a los comandantes de Irán en Siria tiempo amplio para escapar. No esta vez.
Irán ha amenazado con una dura respuesta, pero no puede decir que no pidió escalada. En la noche del domingo, antes del ataque en Damasco, un dron iraní disparado desde Irak golpeó una base naval israelí en Eilat. Esto sigue a la operación más exitosa de Israel en Gaza, un operativo sorpresa que mató a 200 terroristas y arrestó a más de 500, incluyendo importantes líderes de Hamas y la Yihad Islámica, ocultos en el Hospital Al-Shifa.
El frente a observar es ahora el norte de Israel, donde Irán podría ordenar a Hezbollah responder con algunos de sus 200,000 cohetes y otras municiones, incluidos misiles balísticos. Otras fuerzas satélites podrían también aumentar la lucha contra Israel y Estados Unidos.
Las apuestas, mientras Irán considera sus opciones, son altas. Teherán tiene que escuchar un mensaje claro de la Casa Blanca. No críticas para socavar al gobierno israelí sino apoyo firme que haga que los ayatolas piensen dos veces antes de dar una orden que llegarían a lamentar.
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