A ESTADOS UNIDOS SE LE ESTAN AGOTANDO LAS OPCIONES EN LA GUERRA DE GAZA
El plan de cese del fuego estancado de Biden es una vulnerabilidad política antes de su debate con Trump. Israel
y Hamas tienen una línea de tiempo más larga.
Por Alan Cullison, Michael R. Gordon, y Anat Peled
Junio 22, 2024
TRADUCIDO POR Marcela Lubczanski
WASHINGTON—Cuando estalló la guerra en Gaza el año pasado, la administración Biden esperaba mantener el conflicto corto, permanecer estrechamente alineado con Israel e impedir la expansión de la guerra a Líbano y otras partes del Medio Oriente.
Ocho meses más tarde, lograr esos objetivos está probando ser cada vez más difícil para la Casa Blanca, destacando una vulnerabilidad política para el Presidente Biden antes de su debate cara a cara contra el presunto nominado republicano, Donald Trump, el jueves.
Las conversaciones lideradas por Estados Unidos sobre un cese del fuego para detener la guerra y liberar a los rehenes retenidos por Hamas casi han colapsado. Los ataques por parte de Hezbollah a lo largo de la frontera norteña de Israel se han intensificado, aumentando los temores de la administración Biden de un conflicto total. Y la Casa Blanca y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu han intercambiado acusaciones acerca de si Estados Unidos ha lentificado las entregas de armas.
Las presiones subrayan el reto de Biden de lograr una victoria de política exterior antes de la elección presidencial estadounidense en noviembre, una victoria que requeriría acuerdo de las partes en guerra operando bajo una línea de tiempo muy diferente.
El líder de Hamas, Yahya Sinwar, ha mostrado poco interés en concluir un cese del fuego rápido, y la oposición de Netanyahu a un estado palestino ha hecho a un lado la estrategia más amplia de la administración Biden para la región, incluyendo estabilizar a una Gaza de posguerra.
Finalmente los líderes se cansarán de la guerra y favorecerán un acuerdo, pero no tan rápidamente como espera Biden. "Sus relojes no están sincronizados con el de Biden," dijo Aaron David Miller, un miembro principal en el Fondo Carnegie para la Paz Internacional. "Ellos están mucho más en línea entre sím y están funcionando mucho más lentamente."
Los funcionarios de EE.UU. han publicitado las entregas de ayuda alimentaria a la Franja de Gaza, y su presión sobre Israel para que desintensifique un ataque planificado contra el bastión de Hamas de Rafah así que usó menos tropas y está empleando municiones más chicas.
Pero la acritud con el líder israelí recientemente se contagió al público, cuando Netanyahu transmitió un mensaje en video en inglés afirmando que Estados Unidos estaba reteniendo armas de Israel. El primer ministro israelí duplicó la apuesta en las quejas en una entrevista publicada el viernes por la publicación online Punchbowl News.
"Ha habido un gran atraso en la provisión de las importantes municiones y armas," dijo Netanyahu.
Funcionarios estadounidenses dijeron el viernes que estaban desconcertados por los comentarios de Netanyahu. "No hay cuellos de botella," dijo el jueves Matthew Miller, el portavoz del Departamento de Estado.
Funcionarios actuales y anteriores de Estados Unidos dijeron que los comentarios de Netanyahu parecieron estar impulsados por los cálculos políticos israelíes e insistieron en que la administración no ha retrasado ningún arma, excepto por un envío de bombas de 2,000 libras que la Casa Blanca ha dicho está bajo revisión debido a preocupaciones por las bajas civiles en Gaza.
Alon Pinkas, un ex diplomático israelí, dijo que el comportamiento del primer ministro es parte de un patrón de instigar disputas y enfrentamientos con la administración para mostrar que él está haciendo frente a Estados Unidos. "Esto es 100% manufacturado," dijo Pinkas.
El envío de bombas de 2,000 libras fue retenido en mayo en la esperanza de forzar a Israel a repensar sus planes de atacar a los combatientes de Hamas en Rafah. Desde entonces, Israel ha reestructurado su plan para una barrida de dos divisiones a través de Rafah y en su lugar se concentró en sellar la frontera entre Egipto y Gaza, conduciendo operativos terrestres a escala más chica en la ciudad y usando municiones más pequeñas en sus ataques aéreos.
La Casa Blanca teme que el combate sostenido en Gaza podría llevar a una extensión de la guerra a Líbano. Israel y los combatientes de Hezbollah respaldados por Irán han estado intercambiando fuego de ojo por ojo sobre las fronteras libanesas desde el 7 de octubre, cuando militantes liderados por Hamas lanzaron un ataque desde Gaza contra Israel que mató a 1,200 personas, la mayoría de ellas civiles israelíes.
El plan de cese del fuego propuesto por Biden en Gaza es la mejor forma de descabezar una confrontación más amplia, de acuerdo con los funcionarios estadounidenses. El plan comenzaría con un cese del fuego temporario y un intercambio de los rehenes de Hamas por prisioneros presos en Israel, seguido de un fin permanente de las hostilidades y una afluencia de ayuda y dinero para la reconstrucción de Gaza.
Si bien Netanyahu ha dicho que favorece el plan de cese del fuego inicial presentado por Biden, el primer ministro israelí todavía tiene que esbozar un plan viable para la gobernanza a largo plazo de Gaza, enfocándose en cambio en la destrucción militar de Hamas.
La administración Biden ha pedido revitalizar la Autoridad Palestina radicada en la Margen Occidental en la esperanza que pueda también administrar la Franja de Gaza una vez que termine la guerra entre Israel y Hamas, Israel debería ser persuadida de aceptar un estado palestino. Pero el gobierno con sede en Ramala está al borde del colapso financiero, en parte debido a una suspensión de los ingresos de impuestos israelíes después de los ataques del 7 de octubre.
Khaled Elgindy, un miembro principal en el Instituto de Medio Oriente, dijo que tanto Netanyahu como Sinwar están hablando por hablar de favorecer un cese del fuego, pero que ambos de hecho obtienen una ventaja política de la guerra.
Sinwar, dijo él, ha visto aumentar drásticamente la popularidad de Hamas a lo largo del mundo árabe, a pesar del alto nivel de bajas civiles palestinas traído por la guerra. Los índices de Netanyahu han sido golpeados en Israel, y él está en peligro de ser expulsado después de cualquier acuerdo de paz, dijo Elgindy.
"Nada adoraría más Netanyahu que tener las conversaciones de cese del fuego alargándose para siempre para poder permanecer en el poder," dijo Elgindy. "Porque al instante en que termine esta guerra, el reloj empieza a funcionar hacia el final de su mandato."
En público, Estados Unidos ha culpado rotundamente a Hamas por bloquear el cese del fuego y causar más pérdida de vidas en Gaza. Pero ni Biden ni sus socios árabes han podido ejercer alguna presión significativa sobre Hamas.
El Secretario de Estado Antony Blinken ha dicho que Netanyahu está comprometido con el plan de cese del fuego de Gaza, y que si éste no progresa, Hamas tendrá la culpa. La carga de arrojar el voto decisivo, dijo Blinken después de reunirse con el primer ministro israelí, estaba sobre "un tipo" que se está ocultando "10 pisos bajo tierra en Gaza," refiriéndose a Sinwar.
David Satterfield, quien hasta abril se desempeñó como enviado especial de EE.UU. al Medio Oriente para cuestiones humanitarias, dijo en un reciente evento online celebrado por el fondo Carnegie que los obstáculos para un acuerdo de paz son los peores que él ha visto en 45 años. Una dificultad, dijo él, es que las partes respectivas del conflicto, Israel y Hamas, no están preocupadas tanto por anotarse victorias políticas tangibles en las negociaciones como por su propia existencia.
"Este es un choque de intereses fundamental, donde cualquier tipo de cálculo que funciona para todas las partes involucradas—y una de esas partes es una feroz organización terrorista—es muy, muy difícil de contemplar," dijo él.
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