Si bien el número oficial de víctimas mortales en el Líbano es de 32, las estimaciones sobre el terreno apuntan a docenas más, ya que las explosiones exponen las graves vulnerabilidades de Hezbolá.
El Mundo da la cifra de 37 muertos y unos 2.900 heridos, al menos 61 de ellos en la UCI.
Tras estos acontecimientos, los medios de comunicación libaneses han informado de que los dispositivos de comunicación inalámbrica, como los bípers y los walkie-talkies, estarían prohibidos en los aviones, lo que puede indicar preocupación por el impacto de estos dispositivos en la seguridad nacional.
Mientras tanto, un funcionario del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica ordenó a los funcionarios que se distanciaran de sus teléfonos, aparentemente debido a posibles vulnerabilidades o fugas de información sensible. Estas medidas indicaron la creciente tensión regional y la necesidad de mantener la seguridad. Maariv también informó de que unidades militares especializadas han estado detonando bípers y dispositivos de comunicación sospechosos en varias zonas, según The Jerusalem Post.
Según Maariv, el recuento oficial de Israel de los muertos y heridos en el Líbano es significativamente inferior a la realidad.
Las estimaciones han indicado que hay decenas de víctimas mortales. La Fuerza Radwan de Hezbolá sufrió daños importantes, perdiendo parte de su mando y decenas de combatientes.
Las cifras
Según los informes, al menos 450 personas resultaron heridas en la explosión masiva de dispositivos de comunicación en todo el Líbano, y otros 3.000 miembros de Hezbolá resultaron heridos por explosiones de bípers.
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